ROMA – El ministro del Interior italiano, Angelino Alfano, afirmó ayer que la renuncia de Turquía a cumplir el acuerdo alcanzado con la Unión Europea (UE) en materia de inmigración tendría consecuencias devastadoras para el continente. “No hay duda de que si Turquía abriese las puertas sería devastador para el conjunto de Europa”, sostuvo Alfano en una entrevista concedida al diario “Repubblica”. El titular de Interior subrayó que la “atención internacional” sobre esta situación “debe ser alta” y alertó de la posibilidad de que “la inmigración se convierta en un arma formidable de presión también en las relaciones diplomáticas”. Así mismo, sostuvo que es necesario que el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, respete los derechos humanos, al tiempo que matizó que también Europa recuerda que en la primavera árabe “se pensó que acabando con quien gobernaba en algunos países, como Libia, se alcanzaría la democracia y tiempos mejores”. El presidente turco acusó ayer a la UE de no haberle respaldado lo suficiente tras el fallido golpe de Estado del mes pasado y amenazó con revisar sus relaciones, en una entrevista a un diario francés. Finalmente, afirmó que el acuerdo firmado con la UE para readmitir a los refugiados será anulado si no se adopta la contrapartida de eliminar los visados a los ciudadanos turcos para entrar en Europa, que debía entrar en vigor,

DEPORTACIÓN Por otra parte, el Gobierno turco deportó el pasado fin de semana a la periodista Beatriz Yubero. La reportera, que ya se encuentra en España, fue acusada de “terrorismo”, por lo que permaneció detenida durante 36 horas y deportada al quedar en libertad “sin cargos”, según ha confirmado en su perfil de Twitter. Yubero, que había estado investigando en la Universidad de Ankara, fue detenida la semana pasada debido los tweets que compartió sobre el presidente Erdogan, según publicaba el diario Hürriyet Daily News, asegurando que la reportera ha escrito una tesis sobre el Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIL). La periodista ha explicado que el 20 de julio las autoridades turcas cancelaron sin ningún tipo de aclaración la beca con la que estudiaba el doctorado, cuya concesión depende de la Oficina del primer ministro. Solamente, se le dijo que la decisión se había tomado “arriba”. Quiso asegurarse entonces de que su situación no era irregular y podía permanecer costeándose ella misma los estudios. Sin embargo, el jueves la Policía fue a su casa, donde no se encontraba, y registró la vivienda. A la mañana siguiente, la unidad antiterrorista le dijeron que estaba deportada sin darle ninguna notificación. – Efe