Denunciar las políticas que la Unión Europea está desarrollando en torno a la crisis de los refugiados era el punto de partida de la caravana formada por 123 vascos que, el pasado 15 de julio, salía desde Bilbao con destino Grecia. Dos semanas después todos ellos han cumplido su cometido y están de vuelta en sus casas. Un viaje del que hacen un balance positivo, pero señalan que no se van «a quedar parados».

Reclaman la abolición del acuerdo entre la UE y Turquía en el que se establece que los inmigrantes que acudan a Grecia serán realojados en el país de oriente. «Más aún desde el fallido intento de golpe de Estado», apuntó Jordi Estivill, uno de los portavoces.

Denuncian, además, la «lamentable» situación en la que están los centros de refugiados. «La comida en ocasiones se les da podrida y están en tiendas de campaña en zonas que ahora en verano pueden alcanzar los 40 grados. Un ejemplo es la chica afgana de 19 años que ha muerto hace unos días a causa de un infarto que sufrió por las altas temperaturas», insistió Estivill. También criticaron la actitud del consulado español en Atenas, donde no les «dejaron entrar» y fueron «atendidos en la calle».