GAsteiz – Pese a la crisis, Médicos Sin Fronteras (MSF) España salió reforzada en el 2015. Durante ese año atendieron a casi medio millón de pacientes más, gracias al incremento del 30% que vivió su presupuesto y “como consecuencia directa del incumplimiento de los compromisos y de las obligaciones de los Gobiernos”, señaló Alma Saavedra, delegada de MSF en Euskadi en la presentación de su Memoria Anual.

Ante el problema de los refugiados, Médicos Sin Fronteras exploró, por primera vez en su historia, un contexto desconocido: el mar Mediterráneo. “La crisis de los refugiados, a la que Europa ha decidido dar la espalda, nos obligó a que miráramos más allá de nuestras fronteras”, explicó Saavedra. Desde que hace cinco años comenzara la guerra en Siria 4.9 millones de personas han abandonado el país y otros 7 millones se han desplazado dentro del territorio sirio.

Con el fin de llegar a todos aquellos lugares en los que la población no vive en condiciones de seguridad, además de en Siria, Médicos Sin Fronteras ha desplegado operaciones en 24 países, entre los que destacan Sudán del Sur, Yemen, República Centroafricana, Níger y Burundi. Para financiar estas operaciones, MSF contó con casi 470.000 socios a nivel estatal y casi dos millones de euros de ingresos.

Si las operaciones en el Mediterráneo fueron una novedad, también lo fueron los constantes ataques a sus estructuras médicas. Durante el 2015 los ejércitos de Estados Unidos y Arabia Saudí atacaron los hospitales de Kunduz (Afganistán) y Taiz (Yemen), así como 94 estructuras médicas de la ONG en Siria.

Por su parte, Médicos Sin Fronteras Euskadi también se mostró fuerte con casi 75.000 socios, un 8,8% más que el año anterior, que aportaron más de 8 millones de euros. El pasado año la ONG llevó a cabo 23 actividades de sensibilización, como charlas, proyecciones o exposiciones, en las que participaron más de 2.000 personas. Además, 17 vascos estuvieron en operaciones sobre el terreno.