El año 2015 quedará para la historia como el de la crisis de los refugiados, marcado además por los ataques indiscriminados contra civiles y hospitales, según denuncia Médicos Sin Fronteras (MSF) en su informe anual, presentado esta mañana en su sede de Bilbao. Alma Saavedra, delegada de MSF en Euskadi, ha destacado la incapacidad mostrada por buena parte de la Comunidad Internacional para dar respuesta a una situación que se ha visto agravada por el recrudecimiento del conflicto en Siria. «Europa ha fracasado estrepitosamente a la hora de asumir sus responsabilidades y responder a las necesidades urgentes de más de un millón de personas», ha criticado Saavedra, «por el contrario, con sus políticas han contribuido a empeorar su situación, de por sí muy vulnerable y deteriorada».

Ello ha obligado a la organización humanitaria a redoblar esfuerzos, aumentando su presupuesto operacional en un 30% para atender a casi medio millón de personas más que en 2014, según el informe. Durante el año pasado, MSF estuvo presente en 24 países, en los que sus equipos realizaron más de 1.463.600 consultas externas, hospitalizaron a 92.000 pacientes y trataron a 43.500 niños desnutridos. Además, la organización ha tenido que poner en marcha operaciones en el mar Mediterráneo para responder a una emergencia en la que han perecido al menos 10.000 personas en apenas tres años. En estos rescates, la organización logró salvar 6.400 vidas durante 2015 .

En Euskadi, MSF cuenta con casi 73.500 socios y colaboradores, lo que supone un crecimiento del 8,8% con respecto al anterior ejercicio. Estos aportaron en 2015 más de 8 millones de euros, de los que la mitad proceden de socios y colaboradores de Bizkaia. Asimismo, 46 empresas y 30 fundaciones de la Comunidad Autónoma contribuyeron, y fueron 17 los ciudadanos vascos que se desplazaron hasta los lugares de crisis para cubrir puestos médicos, financieros, de logística y coordinación.