Apoyo escolar y acompañamiento, dos ámbitos para atender a estudiantes de origen inmigrante

Cruz Roja y SEI explican las claves de sus programas de asistencia, marcada por la diversidad de países y familias

Diario de Noticias, , 24-07-2016

Pamplona – Colectivos sociales que atienden habitualmente a estudiantes de origen extranjero coinciden al subrayar que es difícil resumir qué necesidades comunes, en general, plantean estos chicos y chicas. Depende del país de procedencia, pero también de la zona de ese país, de si conocen por ejemplo el castellano, de la diferencia cultural, de la formación de su familia… Y, con todo, sus programas de atención, aunque con diferentes objetivos, comparten fines como ofrecer apoyo escolar, mejorar la convivencia y que se sientan parte de su sociedad de acogida. Entidades como Cruz Roja y el SEI explican estas claves.

Cruz Roja, por ejemplo, realizó en 2015 un total de 6.446 acciones vinculadas a la atención de escolares mediante servicios como una ludoteca, ofreciéndoles una merienda, material escolar y alguna ayuda económica vinculada a la escolarización, así como apoyo educativo. En este proyecto, en el que al principio pesaba más el hecho de facilitar a los jóvenes una comida saludable, ha ganado fuerza esta función de apoyo escolar, que se desarrolla en diversas localidades. Tudela es una de ellas (junto a Azagra, Burlada, Cascante, Cintruénigo y Pamplona) desde 2010. En la actualidad, cuenta con 20 personas voluntarias (como docentes jubilados o recién licenciados, por ejemplo) que colaboran en estas labores para promover el éxito escolar, ante “el desfase académico” que pueden tener los estudiantes atendidos. Así, se les ofrecen tres horas de apoyo, se trabajan técnicas de estudio, se les ayuda con los deberes o con materias específicas, y también se realizan excursiones, porque, más allá de lograr el éxito académico, la gran meta es conseguir la participación de las familias en el proceso educativo y en la comunidad: “Se trata de crear un espacio donde se sientan seguros”.

La trabajadora social Cristina Pardo destaca que, en su opinión, la cuestión que más influye en este tema es “el entorno familiar, más que el económico o el país de origen”. En el caso de este proyecto de Cruz Roja de Tudela, atienden a entre 25 y 33 estudiantes de entre 7 y 12 años, procedentes de Marruecos o de países latinoamericanos, pero también nativos. Muchos de los estudiantes, de hecho, son de segundas generaciones y conocen el castellano.

En el caso del SEI (Servicio Socieducativo Intercultural), entidad fundada en 1999 y con sede en Pamplona, el perfil es distinto. La entidad, también a través de personas voluntarias, ofrece acogida y acompañamiento a jóvenes escolarizados de 12 a 17 años que llegan a Navarra y dejan sus países de origen para reunirse con sus padres y madres, que ya llevaban un tiempo en la Comunidad Foral. Es lo que la entidad describe como un duelo migratorio, de ahí, como ya han explicado con anterioridad desde la entidad, la complicación emocional de estos adolescentes. SEI les ofrece apoyo escolar y diferentes actividades para ayudarles en su socialización, y hasta el colectivo llegan “a través de orientadores de los centros, servicios sociales o el boca a boca”, detalla la trabajadora social Vanesa Goñi.

En el pasado curso 2015 – 2016, la mayoría de estos jóvenes procedió de Bolivia (43 atendidos), República Dominicana (13) y Ecuador (11), pero también de países como Brasil (7), Senegal (6), China (6), Perú (6), Marruecos (4) o Mali (4), entre otros. En agosto, el SEI lleva a cabo un programa de acogida, pero esta labor de refuerzo escolar se desarrolla entre los meses de octubre y junio. – G.M.

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