Más de 40 años para reubicar a los refugiados

Al ritmo actual, la UE tardará cuatro décadas en cumplir su acuerdo sobre los desplazados Un hombre confiesa haber acuchillado a su mujer y a sus niños tras una discusión en Benicàssim

El Mundo, ISABEL F. LANTIGUA MADRID V. NAVARRO S. MORALES BENICÀSSIM CASTELLÓN, 21-07-2016

Los números son macabros. Las historias tras ellos, más. «Resulta doloroso que sólo en 2016 hayan muerto cerca de 3.000 personas en el Mediterráneo, una cifra similar a la de personas que la UE ha conseguido reubicar desde el pasado septiembre». La afirmación es de Estrella Galán, secretaria general de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), que criticó ayer, justo cuando se cumplía un año del primer acuerdo del Consejo Europeo sobre reubicación y reasentamiento de personas solicitantes de asilo, «la pasividad flagrante» de las autoridades europeas en esta materia.

Según CEAR, de seguir con este ritmo la UE tardaría 43 años en cumplir con las 160.000 reubicaciones a las que se comprometió. Según sus datos, hasta el momento, se han realizado en territorio europeo 3.105 reubicaciones y poco más de 7.200 reasentamientos, muy lejos de lo acordado en septiembre del pasado año.

España también ha incumplido su promesa. Lo anunció a bombo y platillo el ministro de Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz: «Para finales de junio habrán llegado a España 586 personas (200 vía reubicación desde Grecia e Italia y 386 vía reasentamiento desde Líbano y Turquía)». Repetía la cifra siempre que tenía ocasión, pero la realidad se ha encargado de desmentirla. Hasta hoy, tan sólo han llegado 315 refugiados de los 586 prometidos –según los datos del propio Ministerio, actualizados con la última llegada de eritreos el pasado 12 de julio–.

En cuanto a solicitudes de asilo, España tampoco sale bien parada. En 2015, el país recibió cerca de 14.881 solicitudes de asilo, la cifra más alta jamás registrada, aunque representa sólo un 1% de las que atendieron los países de la UE. Y denegó siete de cada diez.

CEAR reprocha a todos los líderes europeos que «siguen tomando decisiones más preocupados en impedir la llegada de solicitantes de asilo que en ofrecerles un lugar de acogida digna». De hecho, la propia Comisión Europea corrobora a CEAR. El Primer Informe de Evaluación sobre el Proceso de Reubicación y Reasentamiento de demandantes de asilo, del pasado abril, recogía que apenas 208 personas habían sido acogidas por los Estados miembros. Un fracaso.

El organismo reclama al Gobierno español que impulse que la UE asuma su responsabilidad y ponga medios para agilizar los procesos en su origen. También que aborde las causas de los desplazamientos y no recurra al chantaje de la cooperación con países vecinos condicionada al control de fronteras.

La obsesión y los celos, la demostración de superioridad y poder que esconde la violencia machista están detrás del crimen de ayer en Benicàssim, en el que, supuestamente, un hombre degolló a su mujer e hirió a sus dos hijos, un niño de 13 años y una niña que hoy cumple 11.

Pocos minutos antes de las ocho de la mañana, durante una discusión, Óscar L., español de 40 años, tomo un cuchillo de cocina y arremetió contra su mujer, Krisztina S., húngara de 43 años, causándole la muerte. Ni siquiera la mediación de los menores frenó el ataque y el hombre acabó acuchillando también a los niños y dejando al mayor heridas de gravedad por las que se encuentra hospitalizado.

Tras el brutal ataque, el varón cogió el teléfono, marcó el 112 de Emergencias, y confesó. La familia residía en Benicàssim desde hace años. Él trabaja en un camping y ella trabajaba en una residencia de mayores. Sus vecinos se mostraban ayer consternados y aseguraban no haber escuchado «ni discusiones ni peleas» anteriores. Pero desde un círculo más cercano de la mujer, apuntaban que en varias ocasiones había manifestado «tener miedo» de su marido. Según pudo saber EL MUNDO del entorno laboral de la víctima, «aunque no creyéramos que fuese capaz de hacer algo así, él estaba muy obsesionado con ella, pero que sepamos nunca le había puesto la mano encima. Ahora, estamos horrorizados».

«Desde el primer momento ha confesado la autoría del crimen», remarcó el delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues. La Conselleria de Igualdad declaró en situación de desamparo a los dos menores. Su padre y supuesto agresor está detenido en Castellón y hoy pasará a disposición judicial.

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