«Llamo a matar infieles»
El terrorista de Alemania grabó un vídeo antes de herir con hacha y cuchillo a cuatro turistas chinos en un trenEl IS reivindica el acto del refugiado afgano que puede reabrir el debate de la inmigración
El Mundo, , 20-07-2016La organización yihadista Estado Islámico (IS) reivindicó ayer el ataque con cuchillo y hacha perpetrado el lunes por un joven afgano en un tren regional en el sur de Alemania, con unas 30 personas a bordo. Cuatro personas, todos miembros de una familia de Hong Kong, resultaron heridas. Una de las víctimas se debatía al cierre de esta edición entre la vida y la muerte.
En un vídeo difundido por la agencia Amaq y considerado «probablemente auténtico» por el Gobierno alemán, el terrorista, identificado como Mohamed Riayad, dice ser un soldado del califato y advierte a Occidente de que «el Estado Islámico os atacará en cualquier lado… En vuestros pueblos, ciudades y aeropuertos. Llevaré a cabo una operación suicida en Alemania y lucharé de la misma manera que nos han golpeado y masacrado».
«Voy a hacer que os olvidéis de la operación en Francia, si Dios lo quiere. Os mataré con esta cuchilla y cortaré vuestras gargantas con el hacha», asegura el autor de los hechos mientras sostiene un cuchillo con gesto amenazante y llama a «matar a los infieles».
Pese a que no se sabe cuándo se grabó este vídeo –muy similar al del terrorista que se filmó tras matar a un policía y su mujer en Magnanville–, se deduce que el afgano realizó la grabación después del atentado en Niza, que tuvo lugar el 14 de julio.
Horas antes de ese vídeo, la misma agencia afirmaba que Riayad «ejecutó su operación en respuesta a los llamamientos de atacar a los países de la coalición que combaten contra el IS». Alemania es parte de esa coalición y, de confirmarse las informaciones de Amaq, el ataque habría sido el primero con el sello del IS que se produce en su suelo. «Vamos a analizar todas las piezas hasta tener una foto completa de lo sucedido», declaró el ministro de la Cancillería y coordinador de los servicios secretos, Peter Altmaier. Las primeras imágenes que emergen del revelado guardan ya similitudes con las tristemente gravadas en la memoria colectiva tras los atentados en Bruselas, París y Niza.
Según el ministro bávaro de Interior, Joachim Hermann, el atacante tenía 17 años y no estaba vinculado al entramado yihadista, lo que hace pensar que actuó solo, tras radicalizarse rápidamente. Se trataría pues de un lobo solitario o un yihadista exprés, que ha sido descrito como «una persona normal, nada fanática. Tampoco frecuentaba la mezquita».
El perfil se repite y plantea los mismos desafíos de seguridad porque «es imposible adivinar lo que pasa por la cabeza de un individuo», según Hermann, para quien las acciones de lobos solitarios no se pueden prevenir reforzando la presencia policial en trenes, calles o aeropuertos, máxime cuando se trata de una radicalización sin tiempo para levantar sospechas.
La familia que había acogido desde hacía sólo dos semanas a Riayad, hasta entonces interno en un centro de refugiados, no había sospechado nada. Fue durante el registro de su habitación cuando la policía descubrió una bandera con el emblema del IS dibujado de forma muy artesanal y un texto escrito en pastún con grafías en árabe, que está siendo analizado. Riayad llegó a Alemania hace un año como «menor de edad no acompañado» por lo que fue trasladado a un centro especial. Se registró en la ciudad de Passau y las autoridades están revisando su expediente e indagando en las razones dadas para justificar su marcha de Afganistán y su demanda de asilo.
A la espera de esa respuesta y en previsión de que este ataque reavive el debate sobre la política de asilo de la canciller Angela Merkel o sea aprovechado por las formaciones populistas, el ministro de la Cancillería ha advertido de que «las acciones de uno no pueden desacreditar a miles de jóvenes refugiados».
La pregunta por tanto sería cómo de permeables son los jóvenes refugiados a la propaganda islamista. De los cerca de 1,1 millones de migrantes acogidos por Alemania el pasado año, cerca de 15.000 eran menores de edad que viajaban solos desde zonas de conflicto como Afganistán, Siria o Irak. De los 14.439 menores no acompañados que solicitaron asilo o refugio, el 71,3% tenía entre 16 y 17 años y el 28,8% menos de 16. Una vez registrados, los menores se redistribuyen en centros especiales en todo el territorio federal y permanecen bajo la tutela de la Oficina de Protección del Menor. En algunos casos van a familias de acogida.
REACCIONES
Según la oficina bávara de Protección de la Constitución (servicios secretos interiores) en los últimos meses se han detectado a islamistas buscando el contacto con refugiados, especialmente jóvenes y más maleables, en distintas ciudades. El acercamiento suele ir acompañado de una oferta de ayuda social e incluso acogida en el seno de una familia, que generalmente es salafista.
La discusión que ha emergido en Alemania tras el ataque, que por su escaso alcance ha sido recibido más como una advertencia, va en otra dirección y lo ha provocado la ex presidenta del partido de Los Verdes Renate Künast. Poco después de que Interior informara del ataque en el tren y de la muerte del agresor por disparos de la policía , Künast lanzó este tuit: «Trágico y esperamos heridos. ¿Cómo es posible que el atacante fuera abatido cuando no tenía posibilidad de atacar? ¡Preguntas!»
La reacción a Künast no se ha hecho esperar e, incluso, el influyente Frankfurter Allgemeine Zeitung le ha dedicado un amplio comentario bajo el título: «Así se tuitea para la AFD», en referencia a la formación populista de derechas Alternativa para Alemania.
Según la reconstrucción de los hechos narrada por Hermann en rueda de prensa, la agresión se produjo el lunes a las 21.15, hora local. Al grito de «Alá es grande», el menor salió del aseo de uno de los vagones y atacó a los pasajeros indiscriminadamente con cuchillo y hacha. Luego activó el sistema de freno de emergencia y saltó del tren. Fue localizado después y abatido por la policía por la agresividad manifiesta de éste y porque constituía una amenaza.
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