Finalmente el desalojo del Espacio del Inmigrante, previsto para este miércoles, ha sido suspendido. La mediación del Ayuntamiento de Barcelona con los juzgados ha logrado aplazar la fecha de la orden judicial 45 días, por la situación de vulnerabilidad de algunas de las familias que viven en la misma finca ‘okupada’.

El Espacio del Inmigrante nació hace tres años para hacer frente a la ley del PP que excluía de la sanidad universal a las personas sin papeles. Un grupo de vecinos del Raval, formado por inmigrantes , activistas por los derechos del colectivo y profesionales sanitarios voluntarios abrió en un piso de una finca entonces fantasma del pasaje de Bernardí Martorell, en el Raval, una consulta donde atender a todas aquellas personas que no podían acudir al hospital.

El objetivo del colectivo no fue nunca crear un sistema sanitario paralelo, sino denunciar la situación de exclusión y ayudar a que esas personas fueran atendidas en los centros médicos públicos. En el Espacio un médico voluntario hace una primera visita, pero los esfuerzos se centran en lograr que todos los pacientes sean atendidos en el hospital (y no salgan de la consulta con una factura).

Además de la primera atención sanitaria, el Espacio es también un lugar “de lucha”, subrayan sus activistas. Allí nació el Sindicato Mantero, para intentar crear una estructura de defensa de sus derechos, y campañas para que Barcelona deje de homenajear en sus calles a esclavistas. Tras esta última, el municipio se comprometió hace un año a iniciar un proceso participativo para cambiar de nombre la plaza de Antonio López, el más célebre esclavista de la ciudad, compromiso que, hoy por hoy, no se ha cumplido.

En paralelo, durante estos años, familias sin recursos han ido ’okupando’ otros pisos vacíos del edificio, en un pasaje paralelo a la calle d’En Robador, argumento que el municipio ha aprovechado para arrancar el aplazamiento de 45 días en los juzgados.

En los últimos meses la finca cambió de propietario, y el nuevo interpuso la demanda que acabó con la orden de desalojo prevista para hoy y finalmente aplazada. Desde el Inmigrante organizaron el pasado fin de semana lo que bautizaron como “jornadas de resistencia”.