Çagla Aykac profesora de la fatih university
“En Turquía es muy complicado pensar y transmitir el conocimiento”
Activista turca, Çagla Aykac participó hace en las protestas de la plaza Taksim, en Estambul, y ayer visitó Bilbao para hablar de migración e integración en Europa
Deia, , 07-07-2016bilbao – La lucha social corre por las venas de Çagla Aykac, profesora de Ciencias Políticas en la Universidad Fatih de Estambul, que ayer pronunció la conferencia Migración internacional, integración y justicia social en Europa en el marco de unas jornadas organizadas por la Universidad de Deusto.
¿Cuál es la situación actual de Turquía en cuanto a las libertades?
- En este momento estamos en una situación en la que todas nuestras libertades están siendo limitadas. Cada vez es más difícil hablar en público sobre ciertos asuntos y como consecuencia de ello puedes ser arrestado, amenazado, atacado en la calle… incluso asesinado. Por ello, es muy complicado hacer el trabajo de pensar y de transmitir conocimientos.
¿Funciona esa campaña de presión?
- Funciona en el sentido de que la gente tiene miedo, pero todavía hay mucha población que se resiste y que está decidida a hablar. Para nosotros es una cuestión de en qué tipo de sociedad queremos vivir. Si nos quedamos callados, estamos aceptando lo que hace el Gobierno. Esto nos llevaría hacia una Turquía sin libertad de expresión, sin minorías y sin libertades individuales.
¿Mejoraron esta situación las protestas de hace tres años en la plaza Taksim?
- Las protestas fueron un hito muy importante porque en aquellos momentos sentimos que todo era posible. Se crearon muchas nuevas asociaciones, el movimiento feminista o el homosexual fueron muy fuertes. Muchas partes de la sociedad que no se relacionan se juntaron en ese momento en la plaza. No obstante, a partir de ahí la represión fue mucho mayor. Muchos de nosotros estamos en juicios. No conozco a casi nadie en Turquía que no esté sometido a un juicio. La maquinaría del Estado se fortaleció.
¿Es mayor la represión hacia minorías, como la homosexual, o hacia las mujeres en general?
- Los movimientos feminista y homosexual son muy fuertes porque son muy activos, aunque el mensaje del gobierno se centra en destruir estos movimientos. Por ejemplo, el desfile del Orgullo Gay o la manifestación del 1 de mayo han sido prohibidas. Hacemos lo que podemos, pero tenemos muy poco margen de acción.
¿Y en el Kurdistán? ¿Cómo es allí la situación?
- La situación allí es tremendamente dramática. Hace un año estábamos hablando del proceso de paz, y la gente estaba volviendo a las áreas kurdas, el idioma volvía a ser público… Pero con las elecciones de 2015 , en las que el partido kurdo entró al Parlamento, empezaron los bombardeos en la frontera y las restricciones. Las áreas kurdas se están quedando completamente despobladas, la gente tiene que emigrar. Actualmente tenemos 200.000 migraciones internas. La tensión es enorme y se está creando una sociedad partida. Para los kurdos de Turquía esto ha sido un punto de inflexión porque se empezaron a preguntar para qué iban a seguir trabajando por la vía política si a los integrantes de sus partidos se les ha quitado su inmunidad y se les ha echado del Parlamento, por lo que pueden ser arrestados en cualquier momento. Durante años trabajaron para entrar en el Parlamento y en el momento que entran, la situación empeora y todo lo construido se destruye. Esto hace que sea muy complicado construir la sociedad multicultural que somos. Pese al trabajo de muchos, el nacionalismo turco, el islam suní y la economía liberal es lo que se está intentando imponer.
Se ha definido como hipócrita la posición de Occidente ante la guerra Siria, que firma un acuerdo con Turquía pero al mismo tiempo apoya a al pueblo kurdo en la guerra.
- La migración en Turquía es enorme. Hay más de dos millones y medio de sirios, hay también mucha inmigración de iraquíes, de afganos, de iraníes… Hablamos de millones de personas en campos a los que tenemos acceso y muchísimo racismo. En términos humanitarios es una situación crítica. En cuanto al acuerdo de la Unión Europea, ese dinero no va a ir a los migrantes, irá al Gobierno. Con este tratado la UE continúa con su política de dejar los problemas fuera de sus fronteras. Estos países no son seguros para la población ni para los inmigrantes . En Turquía los refugiados sirios tienen un estatus provisional, por lo que no pueden empezar a construir una nueva vida. Sabemos que muchos refugiados están obligados a firman papeles donde dicen que volverán a sus países. Muchos países, como Estados Unidos, Rusia o Arabia Saudí están implicados en el conflicto, pero no para ayudar a los sirios, sino porque tienen intereses estratégicos en esa región. Todos los europeos deben pronunciarse en contra de esta guerra. En realidad, es todo el sistema el que debe ser cuestionado.
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