El plan que preveía la evacuación del campamento de refugiados de Helliniko, en el antiguo aeropuerto de la capital de Grecia, Atenas, no podrá completarse a finales de julio como estaba programado, según ha confirmado un alto cargo del Gobierno al diario heleno ‘Kathimerini’. La razón por la que la evacuación no podrá concluir es que todavía no se ha encontrado una alternativa para ubicar a los cerca de 4.000 emigrantes que viven en estas instalaciones.

Las condiciones en el lugar están empezando a empeorar, debido a las cada vez más altas temperaturas, según el gobernador de Helliniko, Yiannis Konstantatos. La decisión de evacuar el campamento se tomó a finales de mayo, tras la completa evacuación y cierre de Idomeni, que en su punto más crítico llegó a convertirse en el hogar de más de 12.000 personas.

El ministro de Política de Inmigración, Yiannis Mouzalas, aseguró entonces que las “condiciones en Helliniko no son inadecuadas”, pero que tampoco son buenas " y, ciertamente, no son las condiciones que querríamos para los refugiados e inmigrantes". Si bien entonces no sabía cuándo se iba a llevar a cabo el cierre, Mouzalas ya advirtió de que se trataba de una prioridad para el Parlamento heleno.

Mientras, las autoridades crearán una nueva ala con origen en un centro de detención en Amygdaleza, al norte de Atenas, para albergar a los más de 300 migrantes que se han unido a un programa de repatriación voluntaria.