«Nunca había vivido una tragedia como la del Mediterráneo, es muy duro»
La tripulación del buque Río Segura de la Guardia Civil regresa a Málaga después de rescatar a más de 2.300 personas en aguas de Italia
Diario Sur, , 06-07-2016Alfredo Alberto tiene que hacer una pausa mientras habla. Se encuentra en la cubierta del buque Río Segura de la Guardia Civil, la misma en la que este teniente ha pasado incalculables horas navegando por el mar. Su piel, oscurecida por los rayos de un sol que no perdona al marinero, es testigo de ello, al igual que su mirada, que se pierde entre los barcos atracados en el puerto al recordar lo vivido en esas travesías. Cuando logra retomar el discurso, de su garganta brotan con dificultad las palabras que elige para describir la tragedia que se está viviendo en el Mediterráneo, donde miles de personas han perdido la vida intentando escapar de conflictos como el de Siria: «Es muy duro, en los 30 años que llevo de servicio nunca había vivido algo igual».
Él es uno de los 29 tripulantes del Río Segura, que llegó ayer a Málaga procedente de aguas italianas antes de partir hasta su base definitiva, situada en Las Palmas. Han participado en la denominada ‘operación Tritón’, por la que se han desplegado en zonas como Sicilia o Lampedusa con el objetivo de auxiliar y rescatar a inmigrantes que huyen del caos de sus países.
Ayer se cumplieron 84 días desde que estos guardias civiles se despidieron de sus familias para embarcarse en una misión gracias a la que han conseguido rescatar a más de 2.300 personas. Durante ese tiempo se han cruzado en las vidas de miles de inmigrantes empujados por la desesperación a embarcarse en pateras abarrotadas.
Alberto relataba a su llegada al puerto de Málaga espeluznantes historias protagonizadas por esa angustia, en las que han atendido a personas heridas por las quemaduras de la gasolina de los motores de las pateras o recatado a casi un centenar de personas cuando la embarcación en la que iban se había hundido y nadaban desesperadas en un último aliento de fuerza.
Hombres, mujeres y niños, el mar no distingue entre sus víctimas. El teniente recordaba el caso de un recién nacido al que rescataron junto a su madre de una de las embarcaciones, en la que la mujer había dado a luz: «Improvisamos una incubadora con una caja de cartón y toallas para poder tener al bebé caliente».
El agente del Instituto Armado explicaba estas experiencias justo después de recibir la enhorabuena del director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, quien acudió a Málaga para felicitar personalmente a la tripulación del Río Segura. De Mesa, acompañado por el subdelegado del Gobierno en Málaga, Miguel Briones, y una amplia representación de mandos de la Benemérita, como el director adjunto operativo, el teniente general Cándido Cardiel, o el jefe de la zona de Andalucía, el general de división Laurentino Ceña, asistió a una demostración de cómo se realizan los rescates.
Tras su parada en el puerto de la capital, la tripulación del Río Segura partirá hacia Las Palmas para poner fin a una misión gracias a la que han dado una segunda oportunidad a miles de personas. Será el momento de ver a sus familias, esas de las que llevan separados casi tres meses. No para todos. Alberto, que es malagueño, confesaba que ha aprovechado la parada para abrazar a su mujer y su hijo.
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