El número de beneficiarios de la renta de garantía de ingresos –RGI– descendió en junio por primera vez en lo que va de año, según se desprende de las estadísticas del Servicio Vasco de Empleo (Lanbide), el organismo que gestiona ese subsidio. En concreto, la RGI la cobraban el mes pasado 65.491 personas u hogares en la comunidad autónoma, lo que supone un descenso de 166 perceptores respecto a mayo. Se trata de una variación mínima que se manifiesta en Bizkaia, Álava y Gipuzkoa, aunque rompe una tendencia ascendente de perceptores que arrancó en enero pasado.

Entonces, la ayuda la cobraban 64.675 unidades familiares, e igual que ahora se mantenía estable la presencia de titulares nacidos fuera de España, situándose concretamente en algo más de la tercera parte del total –un grupo de ellos tiene nacionalidad española–. Tampoco ha variado significativamente el número de jubilados y pensionistas que cobran parcialmente RGI como complemento de su pensión mínima: alrededor 16.000. Del conjunto de beneficiarios del subsidio, algo menos de la mitad ingresa también la prestación complementaria de vivienda (PCV) para pagar un alquiler.

Por territorios, es Bizkaia el que acaparó en junio pasado la mayor parte de perceptores de la renta de garantía (39.994), seguida de Gipuzkoa (15.451) y de Álava (10.446). Es en este último territorio donde los nacidos fuera de España tienen un peso relativo notablemente superior al que se manifiesta en los otros dos; en torno a la mitad del total de beneficiarios.

Récord en mayo de 2015

Si se analiza la evolución de la RGI, realmente la ‘nómina’ del subsidio ha permanecido en los últimos meses en la horquilla de 64.000 y 65.000 perceptores. Es decir, a cierta distancia del ‘récord’ de 66.376 que Lanbide registró en mayo del año pasado. Desde entonces el colectivo se fue reduciendo hasta octubre, luego volvió a repuntar ligeramente hasta diciembre, para caer en enero y reemprender el ascenso a continuación. Esa última tendencia es la que se ha roto precisamente ahora.

Ante tales movimientos aún es pronto, según los expertos, para sacar conclusiones. De momento, el Departamento de Empleo y Políticas Sociales está analizando el estudio de una comisión técnica que propone que Lanbide ofrezca un tratamiento diferenciado a los tres grandes colectivos que cobran la RGI. Por un lado, está el de los pensionistas, que podrían recibir el subsidio a través de las haciendas forales. Por otro, el de los beneficiarios con problemas físicos y psíquicos, a los que se podría derivar a los servicios sociales. Lanbide se concentraría en el tercer grupo, formado por personas empleables que carecen de recursos o que han agotado el paro, y por trabajadores con contratos precarios que reciben una parte de la renta de garantía, también como complemento.