“Probablemente estemos ante uno de los momentos más difíciles en la historia”, ha afirmado la presidenta del Parlamento Vasco, Bakartxo Tejeria, al referirse al problema de los refugiados, a su juicio, “uno de los más graves a los que se enfrenta la humanidad en estos momentos”.

Tejería ha hecho esta reflexión durante la inauguración de las jornadas “Refugiados: ¿humanos sin derechos?”, promovidas por el Parlamento Vasco en el marco de los Cursos de Verano que la Universidad del País Vasco UPV – EHU organiza en San Sebastián y que pretenden analizar la situación de estas personas “en toda su crudeza, para hacerla evidente ante la sociedad y moverla a la actuación”.

Durante su intervención, la presidenta de la Cámara autonómica ha recordado que la situación de los refugiados es “un problema político y social de ámbito mundial ante el que no podemos mirar a otro lado”, porque “nos apela a todos”. Ha recordado, en este sentido, que “Europa es el segundo continente en número de refugiados, con cuatro millones de personas”.

“Hoy hay más personas que nunca en situación de desprotección, sin poder hacer frente a la guerra, la muerte y las catástrofes, convertidos en refugiados y desplazados”, ha sentenciado.

Ha indicado que, desde 2015 , ha llegado a la Unión Europea más de un millón de personas, “arriesgando sus vidas en el Mediterráneo y huyendo, en su gran mayoría, de los conflictos y la persecución”.

“Los regueros de chalecos salvavidas en las costas son la muestra de quienes logran sobrevivir al viaje, pero también nos recuerdan que más de 5.000 personas, entre la que se encuentran centenares de menores, han perdido la vida en el intento”, lo que representa “el gran fracaso colectivo de Europa a la hora de abordar adecuadamente esta crisis”, ha dicho.

Tejería ha lamentado que las decisiones que están adoptando los Estados respecto a los refugiados “no van en clave de respeto y defensa de sus derechos” ya que mientras la “mayoría” de ellos y la Unión Europea “se muestran insensibles”, otras “realidades europeas” que no constituyen un Estado “como Euskadi”, defienden “otras alternativas”.

“También en este asunto – ha agregado – vuelve a quedar de manifiesto que Euskadi debe ser un agente activo en una Europa que tiene que construirse sobre los valores de la democracia y de los derechos humanos”.

Una lectura en la que, según ha dicho, coinciden el Parlamento y el Gobierno autonómicos, las diputaciones y los ayuntamientos, las instituciones públicas y una sociedad, a la que ha apelado para que haga “memoria”, escuche “la voz” de sus “antepasados” y vea la realidad actual “a través de los ojos de los miles de niños vascos que tuvieron que ser acogidos” durante la Guerra Civil en diversos lugares de Europa.

“Nosotros también solicitamos y obtuvimos la solidaridad de muchas personas y asociaciones”, porque “más de cien mil vascos, de los que alrededor de 40.000 eran menores, tuvieron que ser evacuados”, ha recordado.

Ha insistido en que los refugiados “son personas como nosotros” ante los que “no podemos hacer la vista gorda” porque “nosotros también podríamos estar en esta situación”. “Es una cuestión política y también de humanidad. Se lo debemos a la memoria de aquellas personas que nos precedieron pero, especialmente, a nuestros hijos”, ha concluido.