Para 28 sirios que aspiran a rehacer su vida en Europa el viaje ha terminado. Ayer llegaron a Madrid y lo hicieron además en el primer vuelo en aterrizar en un aeropuerto español desde Estambul, tras el atentado registrado la noche del martes en el aeródromo Atatürk de la ciudad turca. Estas 28 personas se suman a las 33 que llegaron el martes.

La familia de cinco componentes que va a vivir en San Sebastián, en uno de los pisos de CEAR, se trasladaron desde el Adolfo Suárez/Barajas por carretera y llegaron alrededor de las nueve de la noche a lo que será su hogar.

28
personas
aterrizaron ayer al aeropuerto de Madrid desde Estambul para instalarse en algún punto del Estado. Cinco de ellos, una pareja con tres hijos varones de entre doce y ocho años, llegaron ayer a San Sebastián para iniciar una nueva vida en una vivienda de CEAR.
Se trata de una pareja con tres niños varones entre los ocho y los doce años, que ayer, más allá de la cena, lo que necesitaban era descansar. A partir de hoy comenzará su nueva aventura, esta vez en una ciudad en calma, después de huir de la guerra y la violencia que vive su país, adaptándose a su nuevo barrio y a su casa. Desde hoy mismo, comenzarán a hacer los papeles para conseguir el estatus de refugiado político.

Su periplo ha sido largo, desde que partieran de Siria y llegaran hasta Beirut, capital de Líbano, y fueran trasladados después a Estambul y posteriormente a Madrid y a San Sebastián.

La familia pertenece a este segundo grupo de solicitantes de asilo que desde Líbano recibe el Estado en las últimas horas y se suma a los 33 que llegaron el martes, por lo que el número solicitantes de asilo procedentes de Líbano asciende a 61.

De los 28 demandantes de protección internacional, más allá de los cinco de Donostia, nueve serán acogidos en La Rioja, cinco en Alicante y otros nueve en Sevilla. Entre ellos se encuentran seis hombres, seis mujeres y dieciséis menores.

Hoy está prevista la llegada de un nuevo grupo de refugiados procedente de Grecia para su reubicación, aunque a última de hora de ayer no se había hecho público el lugar en el que van a vivir y a pedir asilo. Ni CEAR ni Cruz Roja tenían previsto que su destino fuera alguna población vasca, aunque sí que lleguen nuevas familias en las próximas semanas.

Desde Grecia

España lleva ya acogidos a 299 refugiados, de los que 181 han llegado desde Grecia (141) e Italia (40) dentro del proceso de reubicación y 118, vía reasentamiento, desde Turquía (57) y Líbano (61).

El sistema español de acogida e integración de solicitantes y beneficiarios de protección internacional garantiza alojamiento, manutención, asistencia jurídica y psicológica, atención social y asesoramiento; acompañamiento a centros escolares, sanitarios y sociales públicos; aprendizaje del idioma y habilidades sociales básicas, orientación e intermediación para la formación profesional y la reinserción laboral, actividades culturales y ayudas económicas.

La atención, al principio, es más intensa, sobre todo para superar el total desconocimiento del idioma o el propio nerviosismo de quienes llegan después de un largo viaje del que pocos conocen el final. Manejarse en castellano será fundamental para todos los componentes de este colectivo.

La familia siria que que ya está en Donostia ocupará un piso para ellos solos. Contarán con la ayuda de un traductor para todas las gestiones, pero a medida que vayan avanzando las semanas, esos apoyos iniciales perderán intensidad. A los seis meses, cuando ya puedan incorporarse al mercado laboral, deberán enfrentarse a ese otro reto que es buscar un empleo para seguir adelante e integrarse en la vida normal del lugar en el que viven.

Los cinco estrenaron ayer las 16 plazas disponibles que CEAR tiene en Donostia, ciudad que cuenta con veinte refugiados llegados a través de este programa. Once viven en los pisos de Cruz Roja. En todo el País Vasco hay 31 personas en esta situación, lo que sitúa a Gipuzkoa y su capital como uno de los territorios más solidarios.