El ‘brexit’ agrava la fractura
A la presión de Escocia para seguir en la UE, una petición recoge más de tres millones de firmas para que se vuelva a celebrar un segundo referéndum
Diario de Noticias, , 26-06-2016PAMPLONA / LONDRES.Más de tres millones de británicos apoyaron con sus firmas una petición al Parlamento para que el Reino Unido celebre otro referéndum sobre la UE, pero los políticos y los expertos señalan que es improbable que esto ocurra.
La petición ciudadana ante la Cámara de los Comunes para anular la consulta del 23 de junio y celebrar otra reúne ya 3.076.028 rúbricas, y se van sumando más, lo que obliga a los diputados a debatirla.
El texto, impulsado por el británico William Oliver Healey, pide a los parlamentarios la “implementación de una norma por la cual si el voto por salir o quedarse (en la UE) está por debajo del 60 %, con una participación inferior al 75 %, debería convocarse otro referéndum”.
El 51,9 % de los votantes escogieron el pasado 23 de junio romper los lazos con Bruselas, frente a un 48,1 % que prefería mantenerse en la UE, en una consulta en la que se alcanzó el 72,1 % de participación.
Pese al apoyo a la petición para repetir el plebiscito, el catedrático de Política y experto en encuestas John Curtice, conocido en el Reino Unido por sus acertadas predicciones electorales, ha señalado que “no significa nada”.
Curtice apuntó que los millones de personas que firman esta petición están muy por debajo de los 17,4 millones que apoyaron el “brexit” – comparado con 16,1 millones favorables a la permanencia – y señaló que lo único que se conseguirá es que la petición sea debatida en el Parlamento, como marca la normativa.
“Entonces, simplemente algunos diputados dirán: ‘Es una verdadera lástima’, y otros exclamarán ‘¡Aleluya!’, y así acabará todo”, resumió el académico.
El diputado laborista David Lammy ha propuesto “detener la locura del ’brexit” y que el Parlamento, que “es soberano”, revierta el resultado de la consulta, que, asegura, era solo “consultiva”.
Sin embargo, el resto de los políticos, incluido el líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, que defendió la permanencia, han dicho que la decisión del pueblo es definitiva y el país tiene ahora que reaccionar para resolver su futuro.
El voto favorable a la salida de la UE del pasado jueves causó una primera reacción de caída de los mercados bursátiles y de la libra y ha sumido en la crisis a los dos principales partidos, conservador, en el Gobierno, y laborista.
El primer ministro, David Cameron, anunció el viernes su dimisión, aunque dijo que se mantendrá al frente del Gobierno hasta que se elija a su sucesor en el congreso anual del Partido Conservador, el próximo octubre.
EL ‘BREXIT’ AGRAVA LA FRACTURA Mientras la primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon, presionaba directamente a los estados miembros de la Unión Europea para conseguir su apoyo y asegurar que Escocia puede seguir siendo parte del bloque común, el resto del Reino Unido intentaba asimilar ayer la decisión tomada el jueves en referéndum de abandonar la Unión Europea. Así, una petición gubernamental lleva ya recogidas las firmas de tres millones de británicos para reclamar un nuevo referéndum sobre la Unión Europea, por lo cual tendrá que ser debatida en el Parlamento británico en los próximos días, si bien tiene pocas posibilidades de prosperar.
Además, otros 100.000 londinenses pidieron a su alcalde, el laborista Sadiq Khan, que dé los pasos necesarios para reclamar la independencia de Londres y mantener su condición de miembro de la Unión Europea, diferenciándose así de la decisión tomada por el resto de los ingleses.
Mientras, el primer ministro británico, David Cameron, evitó ayer hacer declaraciones al participar en su primer acto oficial después de anunciar el viernes su dimisión, que no tendrá efecto hasta que el Partido Conservador elija a un nuevo líder en su congreso anual el próximo octubre.
Johnson gana adeptos Por su parte, el exalcalde de Londres y principal figura defensora del brexit, Boris Johnson, insistió en que el Reino Unido no está “dando la espalda” a Europa con su decisión de votar la salida de la Unión Europea. “La decisión no hará que el Reino Unido sea menos tolerante hacia el exterior y no reduciría las oportunidades para los jóvenes”, dijo el político conservador.
Johnson, que empieza a destacarse entre la terna de favoritos para ser el próximo inquilino del número 10 de Downing Street, tampoco tuvo reparos en ensalzar la figura del todavía primer ministro David Cameron, a quien definió como “uno de los mejores políticos de nuestra época” y recordó como al final, la pregunta del referendo “es acerca de las personas, se trata del derecho de la gente de este país a resolver su propio destino, se trata de los principios de nuestra democracia”.
Corbyn pasa apuros En el lado laborista la digestión del brexit tampoco es fácil, ni mucho menos. De hecho, el líder laborista, Jeremy Corbyn, desestimó un supuesto plan para derrocarlo. En una intervención en televisión, el líder de la oposición británica defendió como la mayoría de los votantes laboristas habían defendido seguir en la UE, si bien habían sido los conservadores los que habían optado masivamente por el brexit.
En una declaración en el centro de Londres, Corbyn apuntó también a la austeridad económica promovida desde filas conservadoras como clave que allanó el camino del brexit, pues muchos ciudadanos repartidos por la geografía británica se habrían visto profundamente afectados por las medidas y habrían culpado de ello directamente a la inmigración.
“Dos tercios de los votantes laboristas votaron por remain en respuesta a la llamada de nuestro partido”, dijo Corbyn, quien se hizo conocedor de como “hay algunas personas en el grupo parlamentario laborista que probablemente querrían que otra persona fuese el líder de este partido”.
Además, se mostró “totalmente sorprendido” por una petición en línea que ha atraído a 140.000 firmas de personas que no quieren que el Laborismo se pase los próximos dos meses debatiendo la dirección del partido. Sin embargo, varios diputados laboristas pidieron ayer la dimisión del izquierdista Corbyn, al que acusan de no haber hecho una buena campaña en el referéndum y consideran incapaz de ganar unas elecciones generales.
Dos diputadas, Margaret Hodge y Ann Coffey, plantearon el mismo viernes una moción de confianza al líder, que deberá considerar el presidente del grupo parlamentario del partido, John Cryer, y podría ser debatida mañana lunes. Si acepta la solicitud, el martes podría celebrarse una votación secreta dentro del grupo parlamentario. Según las reglas del partido, si cincuenta diputados nominan a un nuevo candidato, puede convocarse otro concurso por el liderazgo.
Corbyn, elegido el pasado septiembre con el apoyo arrollador de las bases pero con escaso apoyo entre los diputados, ha recibido el respaldo de los principales sindicatos británicos, entre ellos Unite y Unison, que ayer urgieron al partido a unirse en torno a su líder.
Corbyn instó a los laboristas a “unirse para luchar” contra un Gobierno conservador dividido y a escuchar a una población “castigada por los recortes”. También se comprometió a velar por la protección de “los derechos de los trabajadores, los derechos humanos y el medio ambiente” durante la negociación del Gobierno para salir del bloque comunitario. “Tenemos que aprender a representar mejor a la gente”, dijo el líder laborista a sus correligionarios, tras admitir que el partido no está suficientemente conectado con las preocupaciones de la clase trabajadora, que ha buscado refugio en formaciones populistas como el eurófobo UKIP.
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