El Supremo de EE UU da un revés a Obama y deja en el limbo a cinco millones de inmigrantes
El alto tribunal deja la política migratoria en manos del Congreso y del próximo inquilino de la Casa Blanca, que será elegido en noviembre
Diario Sur, , 23-06-2016La Corte Suprema de Estados Unidos, temporalmente formada por ocho jueces, ha mantenido este jueves el bloqueo impuesto por una corte inferior a las medidas migratorias anunciadas en 2014 por el presidente, Barack Obama, ya que no ha logrado formar una mayoría.
La máxima corte estadounidense ha terminado las discusiones empatada en cuatro votos, una situación que el propio presidente Obama ha calificado como “desolador” para millones de inmigrantes que “hicieron sus vidas aquí” y esperaban salir de la irregularidad gracias a esos decretos.
“Pienso que es desolador para los millones de inmigrantes que hicieron sus vidas aquí, que criaron a sus familias aquí y que tienen esperanza en la oportunidad de trabajar, pagar sus impuestos, servir en las fuerzas armadas y contribuir con este país que todos amamos”, ha dicho el mandatario desde la Casa Blanca.
La Corte quedó con sólo ocho integrantes en febrero de este año a raíz de la muerte del juez conservador Antonin Scalia. Entonces, Obama nominó rápidamente al juez Merrick Garland para ocupar el asiento vacante, pero el opositor Partido Republicano decidió bloquear cualquier tentativa de votación de confirmación en el Senado antes de las elecciones presidenciales de noviembre.
Paralizado por un Congreso hostil a una prometida reforma migratoria, Obama había anunciado en diciembre de 2014 un ambicioso paquete de decretos con medidas de alivio para millones de extranjeros en situación irregular.
Entre esas medidas se contemplaba una interrupción de las deportaciones y la extensión de los beneficios de un programa especial de regularización de la situación legal a los padres y madres de jóvenes que ya habían pasado por un proceso similar a partir de 2008.
Sin embargo, varios estados del país lograron en enero de 2015 que un tribunal de apelaciones de Nueva Orleans bloqueara las medidas, alegando que Obama se había excedido en sus atribuciones constitucionales al firmar los decretos, fallo que ante el empate en la Suprema Corte sigue en pie.
Asunto sensible en un año electoral
En un año de elecciones presidenciales, la cuestión migratoria se ha convertido en un tema particularmente sensible. No solo por el firme rechazo del Partido Republicano a discutir cualquier reforma del sistema migratorio, sino también porque el virtual candidato presidencial por este partido, el millonario Donald Trump, ha convertido la migración en uno de los temas centrales de su campaña.
Trump defiende la expulsión de los aproximadamente once millones de inmigrantes que viven en Estados Unidos en situación irregular y la construcción de un gigantesco muro en la frontera con México.
En su discurso desde la Casa Blanca, Obama ha hecho referencias oblicuas pero evidentes a Trump, al afirmar que la migración no debe generar temor ni conducir al aislamiento del país.
“Es mi convicción que la inmigración no es algo que debamos temer. No tenemos que amurallarnos de aquellos que no lucen como nosotros o rezan como nosotros o tienen apellido diferente, porque ser un estadounidense es algo más que eso”, ha señalado el mandatario.
Además, Obama ha responsabilizado a la oposición republicana por negarse a discutir y votar el nombramiento del juez Garland a la Corte Suprema, que evitaría que se repitan situaciones como la de este jueves.
Decepción entre los defensores de la reforma
Casi de inmediato, defensores de una amplia reforma migratoria han expresado su profunda decepción ante la incapacidad de la Corte Suprema de tomar una decisión sobre las medidas de alivio migratorio.
“Es un retraso para millones de familias, familias de estatus mixto y ciudadanos estadounidenses que permanecerán viviendo con miedo de ser separados de sus seres queridos”, se ha lamentado César Blanco, director interino del movimiento Latino Victory Project.
Blanco asegura que él y su movimiento tenían “confianza de que este caso regresará a la Corte Suprema, y que será escuchado por una Corte Suprema con una alineación completa de jueces que podrán llegar a una decisión concreta”.
Por su parte, el senador Harry Reid, jefe del bloque del partido Demócrata en esa cámara del Congreso, ha señalado que la decisión “dividida de hoy no clasificó al programa como inconstitucional. Sin embargo, destacó cómo una Suprema Corte incompleta no puede dar justicia al pueblo estadounidense”.
En tanto, el senador Bernie Sanders, quien disputó la candidatura presidencial demócrata que el voto de la Suprema Corte “significa que más de cuatro millones de personas que aspiran a ser estadounidenses quedarán esperando por las respuestas” y que era necesario “asegurar que millones de familias no son separadas por deportaciones injustas”.
A su vez, Eddie Vale, vicepresidente del grupo American Bridge, lamentó que la oposición Republicana pretenda dejar a la Corte Suprema con ocho miembros en espera de un juez propuesto por Trump, “el hombre que quiere deportar a 11 millones de personas”.
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