El ministro australiano de Inmigración, Peter Dutton, confirmó hoy la expulsión de un número no determinado de inmigrantes vietnamitas cuyo barco donde viajaban fue interceptado a principios de junio por las autoridades locales.

Los ocupantes del bote, quienes reclamaban protección y asilo en Australia, fueron obligados a volver a su país tras ser detenidos en el mar por parte de los cuerpos de seguridad que patrullan las aguas fronterizas, sin aportar más datos sobre el incidente.

“Ellos pedían protección, pero no se encontró ninguna falta y fueron devueltos a Vietnam”, señaló Dutton, quien agradeció la cooperación del gobierno vietnamita.

Australia mantiene una férrea política de inmigración, que incluye la devolución a sus puertos de embarque de barcos con solicitantes de asilo que intentan ingresar al país por la vía marítima y su detención o reubicación en terceros países.

Miles de emigrantes se embarcan cada año en Indonesia con el sueño de alcanzar territorio australiano, desde donde pedir asilo, pero la gran mayoría son interceptados por los guardacostas australianos.

Muchas de las personas que viajan a Australia huyen de conflictos como los de Afganistán, Darfur (Sudán), Pakistán, Somalia y Siria, y otros escapan de la discriminación, como las minorías rohinyá de Birmania (Myanmar) y bidún de la región del golfo Pérsico.