Iskander García Responsable DE acogida de INMIGRANTES DE CEAR EN GIPUZKOA

“Los choques culturales con los inmigrantes son salvables actuando con un poco de responsabilidad”

García es el primer apoyo de los inmigrantes cuando se asientan en territorio guipuzcoano, ayudándoles en sus papeleos y en su paulatina integración social

Diario de noticias de Gipuzkoa, Aitor Anuncibay Ruben Plaza, 18-06-2016

dONOSTIA – Este mediador social recalca que desde CEAR – Euskadi tienen “toda la maquinaria preparada” para acoger a todos los refugiados provenientes de Grecia que les asignen. “Cuando esas personas lleguen aquí a Gipuzkoa, estaremos con todos los dispositivos listos para acogerlas”, enfatiza este hombre, quien ayuda a los recién llegados en todos los papeleos necesarios en su nueva vida en territorio guipuzcoano.

¿Cómo llegan los refugiados hasta CEAR Gipuzkoa?

- Las personas nos llegan o porque conocen la localización o porque alguien les ha facilitado nuestro teléfono y nos llaman para concretar una cita. También porque nos los derivan diferentes entidades de Gipuzkoa, como los servicios sociales de los ayuntamientos. Entonces, esas personas manifiestan que tienen la intención de pedir asilo o bien la trabajadora social percibe que puede ser potencialmente un solicitante. Les hacemos una entrevista y, si la persona nos expresa la intención de solicitar protección internacional, se le explica el programa en el que se le puede acoger, las fases y el proceso que debe iniciar.

¿Cómo se encuentran cuando llegan a Gipuzkoa?

- Mucha gente viene de pasar un momento crítico en su vida y de pasar una crisis. Las personas que son solicitantes de protección internacional están huyendo por algo. Es una necesidad. Muchos porque temen perder la vida en su país. Esos inmigrantes pueden acudir con estrés del largo viaje. El perfil puede ser muy variado porque no es lo mismo haber cruzado España en un avión que haber pasado el Mediterráneo en una barcaza y poner en juego su vida. La gente llega con una carga emocional bastante fuerte de todo el trayecto hasta llegar aquí. Están en un sitio nuevo y, algunos de ellos, no controlan el idioma. Esos choques culturales son salvables actuando con un poco de responsabilidad por parte de la sociedad.

¿Qué perfiles se encuentran?

- Es muy variado, aunque ahora estamos viendo un repunte con la crisis de los refugiados provenientes de Afganistán, Eritrea y Siria. Han llegado hasta aquí porque alguien se lo ha comentado. Pero no vienen a por un beneficio, si no porque tienen que salir de su país.

¿Quiénes pueden acogerse a la protección internacional?

- Personas que en su país de origen han sufrido algún tipo de persecución, como temas de género, raza, religión, etnia, orientación sexual, guerra, aspectos políticos o persecución por pertenecer a una organización medioambiental.

¿Por dónde se empieza el proceso?

- Se acude a la policía nacional para solicitar una entrevista y acceder a la protección internacional. Si esa persona decide acogerse al programa de acogida, empezamos a trabajar con él.

De qué manera interviene usted?

- Intervengo en la primera acogida. A esas personas recién llegadas les explico lo que supone solicitar la protección internacional y, a su vez, el paquete de ayudas a las que se pueden acoger en caso de que la solicitase. Nosotros les acompañamos a la policía, si es necesario. Si se quieren acoger al programa de ayudas, se les explican las implicaciones y los beneficios para su integración social. Luego, ese proceso para integrarse dura un año, dividido en dos fases de seis meses, aunque siempre se pueden alargar si la persona muestra algún aspecto vulnerable bien por salud o por ser una familia monoparental.

¿En qué consiste esa primera fase de adaptación?

- Tiene una duración de seis meses y a los refugiados se les ofrece un espacio de confianza y seguridad para que puedan aterrizar donde vayan a vivir. Es decir, se trata de que se sitúen y conozcan los recursos. En esa primera etapa es la propia entidad, en este caso CEAR – Euskadi, la que ofrece un alojamiento. En paralelo, pueden intervenir trabajadores sociales, equipos jurídicos y psicólogos para facilitar su itinerario a fin de integrarse en la sociedad. Se trabaja mucho el aterrizaje, así como la adquisición de diferentes habilidades sociales y competenciales para el futuro. A los inmigrantes se les facilitan cursos de castellano en el caso de que no lo maneje y se les acompaña en temas sanitarios, en el empadronamiento o, en el caso de tener hijos, en la escolarización de ellos.

¿Cómo es la segunda fase?

- Dura otros seis meses y se intenta fortalecer la autonomía y la integración. En esa fase, la persona sale del piso de acogida facilitado por CEAR y se realiza un informe. En esta etapa de mayor autonomía, el inmigrante sigue manteniendo todo el apoyo necesario del equipo social, jurídico y psicológico para que pueda seguir su itinerario de integración, aunque se potencia favorecer su independencia. En esta segunda fase, las personas solicitantes de asilo tienen que buscarse su alojamiento, aunque es CEAR – Euskadi la que se hace cargo del aspecto económico. Sí se le pide a la persona que, de cara a fomentar su autonomía, que sea ella misma la que busque el alojamiento, firme por sí mismo, gestione el dinero…

Encontrar piso no será tarea fácil si se tiene en cuenta que hay algunos propietarios que se niegan a alquilar a inmigrantes.

- Sí, siguen teniendo muchas dificultades porque la sociedad tiene ese miedo a lo diferente, a lo extraño y las personas solicitantes de protección internacional también sufren las dificultades de buscar alojamiento.

Y ahí está CEAR – Euskadi para echarle un capote.

- Se le sigue apoyando, y también en la búsqueda de piso si fuese necesario. Se entiende que esa persona por diferentes aspectos de vulnerabilidad puede necesitar una prórroga en cuanto a recibir ayudas para pagar la habitación. Finalizadas las dos fases de seis meses, respectivamente, la persona inmigrante entra en una etapa de mayor autonomía, en la que tiene que ir buscando aspectos laborales o de formación ocupacional.

Esas personas también tendrán dificultades para encontrar trabajo en una situación complicada para todos por la crisis.

- Sigue siendo muy complicado. Tienen esa dificultad añadida de que vienen de otros lugares y cuesta más que encuentren ocupación laboral.

¿De qué manera está ayudando la ciudadanía?

- Derivado de la crisis con los refugiados, una parte de la ciudadanía tiene ganas de ayudar y ofrecer su tiempo a las personas que llegan para integrarse, sobre todo para enseñarles el idioma. En verano nos van a llegar personas y es un momento más complicado para la enseñanza de lenguas porque los diferentes cursos están en periodo vacacional. Pero no podemos perder el tiempo y, en ese sentido, ya hemos tenido llamadas ofreciéndose para ayudar y aportar.

¿Qué otro tipo de apoyos agradecerían?

- Serían interesante contar con ofrecimientos de personas que quieran compartir actividades con los refugiados, desde salir de excursión, ver un partido de baloncesto o ir al cine. En definitiva, que propongan diversas actividades que puedan ser buenas para su integración. Otro ejemplo podría ser el organizar partidos de fútbol o actividades para los pequeños de manera que vayan relacionándose con otros niños y, así, se familiaricen escuchando el euskera y el castellano. Es abrirles la puerta.

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