sigue la tragedia
El Mediterráneo devuelve a tierra más de un centenar de cadáveres de refugiados
Al menos 117 cuerpos de refugiados fallecidos en los naufragios de los últimos días llegan a las playas libias
Deia, , 04-06-2016Trípoli/Atenas – Al menos 117 cadáveres de inmigrantes fueron encontrados en la costa de Libia, en la localidad de Zuara, a 120 kilómetros al oeste de la capital, Trípoli, informó ayer la Media Luna Roja de esta población en su cuenta oficial de Facebook. Por su parte, un portavoz de la Media Luna Roja en Libia Al Kamis al Bossaifi confirmó que ellos habían contabilizado 85 cadáveres, aunque podría haber más fallecidos contabilizados por otros organismos. La organización humanitaria explicó que procedió a recuperar los cuerpos de los inmigrantes irregulares, después de que residentes de Zuara informaran a la Policía sobre la presencia de esos cadáveres. La operación fue llevada a cabo en colaboración con las fuerzas de seguridad de la localidad y del investigador criminal de la misma, añadió la Media Luna Roja.
Asimismo, a través de Facebook publicó imágenes de la recuperación de los cadáveres en una playa, en las que se puede ver como los cuerpos fueron envueltos en sacos blancos para su traslado en ambulancias. La Media Luna Roja no ofreció detalles de la identidad de los fallecidos, ni su edad, sexo o nacionalidad.
Desde Libia se embarcan miles de personas procedentes de países africanos y de Asia que tratan de llegar a Europa a través del Mediterráneo, pero en muchas ocasiones sus barcos naufragan en el mar.
Según la ONU, 2.510 personas han muerto intentando llegar por mar a Europa partiendo en precarias embarcaciones de Libia o de Turquía desde que empezó 2016.
La tragedia tenía ayer un nuevo capítulo. La guardia costera griega llevó a cabo ayer una operación de rescate de una embarcación con cerca de 700 migrantes, a la deriva a 85 kilómetros al sur de la localidad cretense de Kalí Limeni, en la que recuperó nueve cadáveres y pudo salvar a 340 refugiados. Los guardacostas griegos aseguraron que las buenas condiciones meteorológicas ayudaron en las tareas de rescate del barco, que se hallaba en aguas internacionales. En la embarcación, de 25 metros de eslora y que según las autoridades podría tratarse de un barco de pesca, había entre 600 y 700 migrantes. Además de dos barcos enviados por los guardacostas helenos, cinco embarcaciones civiles más que se encontraban en la zona ayudaron en las tareas de salvamento, para las que Grecia desplazó un helicóptero Super Puma y un avión.
Según la Organización Internacional para las Migraciones, el barco habría salido de la ciudad egipcia de Alejandría.
peleas entre refugiados Pero una vez en tierra, no finaliza su calvario. Los enfrentamientos entre refugiados de diversas nacionalidades en el campo de Samos, en el Egeo oriental, dejaron la pasada noche al menos quince migrantes heridos, mientras que la Policía realizó decenas de detenciones, informaron ayer los medios locales. Según las fuerzas de seguridad los disturbios estallaron alrededor de las 21.30 (18.30 GMT), cuando hasta 150 personas de nacionalidades marroquí, pakistaní y afgana comenzaron a pelear entre sí, llegando a provocar un gran incendio dentro del propio campo de Samos. La intervención de un pelotón de los agentes antidisturbios y del cuerpo de bomberos de Samos, que controló el fuego, hicieron volver la calma al campo.
La prensa local aseguró además que algunos de los migrantes iban armados con barras metálicas y cuchillos y que un grupo de ellos lanzó piedras contra los bomberos y los periodistas que se encontraban allí, aunque nadie resultó herido.
A pocos kilómetros de distancia se estaba celebrando la apertura de la conferencia anual de la unión de municipios de Grecia, que trata en esta edición el tema de los flujos de refugiados y su impacto en la sociedad, el turismo y la economía, y en la que participaba ayer, entre otros, el presidente de Canarias, Fernando Clavijo. Incidentes similares a los de Samos se produjeron en la madrugada del miércoles al jueves en el campo de Moria, en la isla de Lesbos, cuando refugiados afganos y pakistaníes se enfrentaron dentro del recinto provocando quince heridos, tres de ellos graves. La tensión creciente en los campamentos de refugiados de las islas del Egeo oriental, en gran parte por el retraso en el examen de las demandas de asilo que hace que miles de refugiados vivan en las islas sin derecho de abandonarlas, genera enfrentamientos entre migrantes de nacionalidades distintas casi a diario.
Aumenta el tráfico de personas Por su parte, la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) advirtió ayer de que la trata de personas ha aumentado “en número y en sus formas”, después del cierre en marzo de la ruta de los Balcanes que utilizaban muchos refugiados en su objetivo de llegar a Europa. “En vez de disminuir la trata de personas (después del cierre de la ruta de los Balcanes), ha aumentado en número y en formas”, aseguró Madina Jarbussynova, representante especial de la OSCE para la lucha contra la trata de seres humanos. En un encuentro con periodistas en Viena, la diplomática kazaja expresó que “la situación de crisis migratoria y de refugiados ha acentuado la necesidad de dar una respuesta ante el aumento del flujo de personas que se mueven en los países miembros de la OSCE”.
Jarbussynova se lamentó que no existen datos oficial sobre el fenómeno, en parte porque muchos países minimizan el problema en sus informes oficiales. Destacó que la estructura de las organizaciones criminales que trafican con personas es “trasnacional”, ya que trabajan con “redes que conectan los países de origen, de tránsito y de destino”.
La OSCE es una organización internacional centrada en la seguridad y la prevención de conflictos, a la que pertenecen 57 países de América del Norte, Europa y Asia Central. – Efe
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