El presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, reclamó este viernes en Samos la unidad de la UE para afrontar la crisis humanitaria de los refugiados que llegan huyendo de conflictos bélicos en sus países. “Nos preocupa ver a una Europa dividida y sin un criterio único”, señaló.

El jefe del Ejecutivo canario, que participó en el foro internacional sobre la crisis de refugiados  que se celebra en la isla griega de Samos, entiende que los movimientos migratorios que llegan a Europa no son una cuestión coyuntural sino una situación “con la que tendremos que aprender a convivir para garantizar los derechos  y el bienestar de las personas que huyen  del hambre y la guerra”.

Durante su intervención en la mesa redonda que compartió con representantes de distintas administraciones y organizaciones internacionales de Alemania, Italia, Chipre, Suecia y Turquía, Clavijo recordó que Canarias se sintió “más sola que nunca” cuando vivió la crisis migratoria en 2006 por la falta de respuesta de la Unión Europea. “Tardaron mucho en reaccionar y cuando lo hicieron fue demasiado tarde para muchas personas”,  señaló.

Para que no se repitan los mismos errores ante la situación que ahora vive Grecia con la llegada de refugiados sirios, el presidente canario cree que el primer requisito indispensable es la acción conjunta de todos los Estados de la UE y de las instituciones comunitarias, frente a una crisis que afecta a la totalidad del territorio europeo con independencia de qué país la sufra directamente.

“Compartimos la preocupación que supone ver a una Europa dividida y sin un criterio único para afrontar este asunto”, señaló, “y aunque la solución se encuentra en el origen, muy lejos de nuestras fronteras,  la salida a la situación que a nosotros nos corresponde gestionar pasa necesariamente por la unidad de la UE”, añadió.

Clavijo destacó la situación especialmente vulnerable de los menores no acompañados y cree que Europa debe articular una solución similar a la que se aplicó en Canarias y organizar su distribución urgente entre todos los países europeos. “Hay que darles una oportunidad, no condenarles a una vida sin futuro encerrados en centros inhumanos”, señaló, “sus vidas son más importantes que los intereses volátiles de las naciones de la UE”.