Madrid – Los cientos de casos que anualmente se registran en España de antigitanismo son solo la punta del iceberg, ya que la discriminación a este colectivo es tan generalizada que la mayoría no se denuncia debido a que ni el mismo gitano es consciente de ella y porque desconoce sus derechos.Esta es la principal conclusión que se extrae de los informes anuales, correspondientes a 2015 y 2016, de discriminación elaborados por la Fundación Secretariado Gitano (FSG), que recogen 348 casos de antigitanismo sufrido por 669 personas en los últimos dos años.Estos informes, presentados hoy en rueda de prensa, sirven para “conocer los tipos de discriminación existentes, visibilizar la situación que tiene el pueblo gitano y recoger los avances que van produciéndose en esta materia”, explica el director de FSG, Isidro Rodríguez.Los expertos resaltan el hecho de que “la mayoría de los casos no son denunciados” y, en ocasiones, esto sucede “porque ni el mismo gitano es consciente de que está viviendo una situación discriminatoria, la considera normal y desconoce sus derechos”, indican Mª Carmen Cortés y Javier Sáez, técnicos del Departamento de Igualdad y Lucha contra la Discriminación de Fundación Secretariado Gitano (FSC).“Hay un grave problema de infradenuncia”, por eso es necesario “informar a las víctimas de sus derechos, explicarles los mecanismos de los que disponen y llevar a cabo un proceso de concienciación”, sostiene. La población gitana se enfrenta a situaciones discriminatorias diarias “en ámbitos como los medios de comunicación y redes sociales, el empleo, la vivienda, el acceso a bienes y servicios o en la educación”, aclara Cortés.Los estudios han computado 121 casos de discriminación en medios de comunicación e Internet, 53 relacionados con el empleo, 29 en el ámbito de la vivienda, así como 50 casos que atentan a la dignidad y potencian el odio hacia el pueblo gitano. Del total de casos computados, 232 fueron casos colectivos y 116 individuales.“Los gitanos sufren discriminación en su vida cotidiana”, asevera Cortés, quien añade que “en muchos casos son los estereotipos y los prejuicios existentes” los que conducen a situaciones de antigitanismo.En determinadas ocasiones, "los medios de comunicación utilizan términos como “clan” para referiste a los gitanos, lo que conduce a la “discriminación y el rechazo” de ciertas personas hacia el colectivo. Por edades, la población gitana que se enfrenta a más casos de discriminación es la joven: 188 casos registrados en la población de entre 0 y 15 años y otros 282 en los de 16 a 30 años. El antigitanismo “afecta especialmente a la población joven”, afirma Cortés, “en el momento en que quieren acceder a una vivienda, cuando no les conceden una entrevista de trabajo o no les ofrecen una oportunidad laboral por ser gitanos”. – Efe