La crisis de los refugiados en Europa

Los riesgos de ser un niño refugiado

El Foro Profesional para la Infancia alerta de los trastornos que pueden sufrir estos menores

El País, Antonio J. Mora , 01-06-2016

Que un niño refugiado se vea privado de jugar a la pelota o al escondite no solo le provocará tristeza e infelicidad, sino también que sufra un retraso en su desarrollo psicomotor y un trastorno de socialización. Este simple ejemplo es solo uno de los efectos que la crisis de los refugiados puede provocar en las decenas de miles de menores que están atrapados en las fronteras griegas y turcas. Así se detalla en el informe realizado por el Foro Profesional para la Infancia de Andalucía en el que alertan de las consecuencias directas de esta situación para el bienestar de los más pequeños. “Estos niños se ven sometidos a situaciones que van a provocarles, además de graves riesgos para su vida, enfermedades y sufrimientos que generarán trastornos de su personalidad como consecuencia de la violencia, el abandono de sus lugares de origen, el alejamiento de sus padres, la explotación sexual o la malnutrición”, denuncia esta plataforma. 

Además de la “alta probabilidad” de morir por el naufragio de las embarcaciones en las que viajan, el trauma de separarse de sus padres afectará a su desarrollo psicológico y orgánico. “La Interpol ha reconocido su impotencia para aclarar la desaparición de 10.000 menores, dispersos por toda Europa y sin que se sepa cuál es su situación y en qué condiciones están”, explica Juan Gil Arrones, pediatra en el hospital sevillano de Valme y autor del estudio. “Hay miles de niños circulando por Europa sin ningún control”, apunta. 

Según recuerda este organismo, el 40% de las personas atrapadas en las rutas de huida de las guerras que están arrasando a los países del sureste Mediterráneo es menor de edad. “Pedimos la inmediata protección de las víctimas más inocentes y vulnerables de todas las guerras, los niños y las niñas. A ellos, les están negando los gobiernos europeos, con la complicidad de la mayoría de sus ciudadanos, un refugio digno, un hogar y un proyecto de vida”, denuncia el foro, integrado por el Defensor del Menor de Andalucía, la Fundación Gota de Leche y otros profesionales que trabajan por la infancia.

En su análisis, la organización tampoco se olvida de las consecuencias que la desnutrición y la mala higiene pueden tener para los pequeños. “Serán niños con problemas de crecimiento, también para su desarrollo cerebral y para su aprendizaje”, señala el profesional antes de señalar que estos chavales pueden ser víctimas de xenofobia. “Todo ello, produce guetos donde germina la rebeldía y la inadaptación social fruto de la humillación y el desarraigo”, critica la plataforma.

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