El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha lamentado la tragedia de los refugiados, la última la semana pasada frente a las costas italianas, ha alertado que no puede “dejar indiferentes” y ha exigido “ya” respuestas “mucho más contundentes”.

Lo ha dicho en la primera conferencia Internacional de Diplomacia Preventiva del Mediterráneo, organizada por Casa Mediterráneo en Alicante y en la que también ha participado el ministro en funciones de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo.

Puig ha defendido la implicación de la sociedad valenciana y del Consell en el conflicto “siempre dentro de las competencias y los límites que permiten las instituciones europeas y españolas, que muchas veces son más estrechas de las que desearíamos”.

Por ello, ha deseado que el País Valenciano pueda “ser un actor sencillo, humilde que contribuya positivamente y activamente a la paz", en relación a un mar Mediterráneo que debe ser un espacio de “encuentro, de hospitalidad, de cooperación y de fraternidad”.

Y es que los asuntos políticos, sociales y económicos de la región mediterránea “forman parte de la agenda prioritaria” valenciana y tiene un “alcance estratégico” porque los identifica como “propios” y por el que “debemos tomar partido".

Ha subrayado la “rápida movilización” de la sociedad valenciana y de las instituciones por atender la “crisis de los refugiados” motivada por la “solidaridad activa”, “lo cual incluye, de manera destacada, la exigencia de poder acoger sin temor a un amplio contingente de ellos”.