Dos trágicos naufragios de barcazas de refugiados frente a las costas de Libia han provocado en los últimos días más de un centenar de muertos y han devuelto a la luz, una vez más, el drama que sufren miles de inmigrantes en su desesperado intento por cruzar el Mediterráneo, en busca de un futuro mejor en Europa.

Los supervivientes del primer hundimiento, que el miércoles causó la muerte de al menos cinco personas, según un primer balance oficial, han evocado este jueves al pisar tierra firme en Italia el temor de que en este naufragio haya habido hasta un centenar de muertos, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

Los supervivientes que nuestros equipos han podido interrogar al desembarcar en Porto Empedocle (Sicilia) nos han hablado de un centenar de desaparecidos, que quedaron atrapados bajo el casco, ha afirmado a la agencia AFP Flavio Di Giacomo, portavoz de la OIM en Italia.

Según los testimonios, la precaria barcaza de pesca que se hundió a 18 millas de las costas de Libia llevaba a bordo a 650 personas, la mayoría de ellos marroquís, una nacionalidad hasta ahora muy poco representada entre los aspirantes a llegar a Europa por la ruta marítima desde Libia. También había tunecinos y dos familias de sirios residentes desde hace tiempo en Libia, ha precisado Di Giacomo.

Aunque la Marina Italiana consiguió rescatar a 562 personas, el número de desaparecidos podría ascender a un centenar, convirtiendo este naufragio en una de las peores tragedias en el mar desde que estalló la crisis de los inmigrantes en el Mediterráneo. El naufragio más mortífero sigue siendo el que se produjo en abril del 2015, cuando otro pesquero se hundió con 700 pasajeros a bordo.

La secuencia del hundimiento del miércoles, captada por fotógrafos de la Armada italiana, muestra cómo la precaria embarcación, repleta de refugiados, volcó súbitamente tras un movimiento repentino de los pasajeros, cansados y nerviosos, al aproximarse la patrullera Bettica, que acudía en su auxilio.

En las nuevas imágenes difundidas este jueves, se puede ver cómo cientos de hombres y mujeres son arrojados por la borda e intentan desesperadamente alcanzar los chalecos salvavidas o los botes hinchables lanzados por los equipos de rescate. Algunos de los marinos italianos llegaron a saltar al agua para salvar a los inmigrantes, agarrándoles incluso por los pelos, explicó el capitán del Bettica.

Este jueves, la tragedia se ha repetido. Un nuevo naufragio de una embarcación de inmigrantes, a unas 35 millas de las costas libias, ha causado entre 20 y 30 muertos, según el capitán Antonello de Renzis Sonnino, portavoz de la misión Sophia, la fuerza naval de la UE destinada a la lucha contra las mafias de tráfico de seres humanos en el Mediterráneo. La embarcación ha sido localizada por un avión de patrulla luxemburgués, cuando ya había volcado y estaba semihundida, alrededor de la cual había un centenar de inmigrantes, en el agua o aferrados a los restos.

El avión luxemburgués ha dado rápidamente la alarma y barcos españoles e italianos, desplegados en la misión Sophia, se han dirigido al lugar y han logrado salvar a al menos 96 personas que viajaban en aquella y en otras embarcaciones, según ha informado el Ministerio de Defensa español. Además de dos patrulleras italianas, en el operativo han colaborado la fragata de la Armada Reina Sofía, apoyada por un avión D – 4 del Ejército del Aire, y el buque de la Guardia Civil Río Segura.

Según la agencia Efe, el cuartel general de la misión ha ordenado a la fragata Reina Sofía y al Río Segura dirigirse a máxima velocidad hacia la posición donde habían sido avistadas múltiples embarcaciones de goma y madera, con multitud de personas a bordo sin chalecos salvavidas. Los dos habían sido alertados de la existencia de cadáveres en las proximidades del barco de madera semihundido.

Ya en la zona, los equipos de salvamento han suministrado chalecos a los inmigrantes y han procedido al rescate de al menos 96 personas, que se encontraban en buenas condiciones de salud. El personal médico de la fragata, sin embargo, ha debido atender especialmente a un niño de 5 años en estado crítico por hipotermia y síntomas de ahogamiento. El menor ha sido estabilizado a bordo y a continuación, evacuado en un helicóptero de la Guardia Costera italiana a la isla de Lampedusa.

Estos nuevos dramas en el Mediterráneo, que vuelve a ser desde Libia la principal ruta de los inmigrantes hacia Europa tras el cierre de la vía balcánica, se producen el día en que ha culminado la evacuación total del campo de refugiados de Idomeni, en Grecia, después de tres días de desalojo. Y en una semana en que, como las anteriores, se han multiplicado las salidas marítimas hacia Italia, favorecidas por el buen tiempo y las aguas calmadas.

Según los guardacostas italianos, con cerca de 4.000 personas socorridas este jueves en 22 operaciones de rescate, Italia se aproxima al récord de 4.200 inmigrantes salvados del mar en un solo día, registrado en mayo del 2015. No menos de 10.000 inmigrantes han sido rescatados a la deriva en aguas de Libia en cuatro días, una cifra cuantiosa pero coincidente con las de años precedentes.

En lo que va del 2016, hasta el 25 de mayo, según el ACNUR, han llegado por mar a Italia un total de 37.785 refugiados. En el mismo período, 1.370 han perecido ahogados en la peligrosa travesía del Mediterráneo, el 24% menos que el año anterior, según informó este martes la OIM.