Alemania reducirá las prestaciones a los refugiados que no se integren

Oenegés ya han criticado la ley por considerar que recorta las libertades de los inmigrantes haciéndose «eco de las opiniones populistas de derecha»

La Voz de Galicia, PATRICIA BAELO berlín / e. la voz,, 26-05-2016

La teoría del condicionamiento clásico encarnada por el famoso perro de Pavlov, que aprendía a base de estímulos, quedó más en evidencia que nunca ayer, cuando el Gobierno alemán aprobaba la primera ley de integración del país. Un decálogo de medidas que prevé recompensar a aquellos refugiados que demuestren voluntad de integración, y sancionar a los que no se esfuercen. La iniciativa fue acordada el pasado 14 de abril, tras meses de disputas internas entre los socios de la gran coalición, y según ellos, tiene como objetivo acelerar la incorporación de los demandantes de asilo al mercado laboral y la sociedad de Alemania, país que solo en 2015 recibió a 1,1 millones de inmigrantes.

PUBLICIDAD

inRead invented by Teads
«Creo que (la ley de integración) es un hito», ya que se basa en el doble principio de fomentar y exigir, subrayó la canciller Angela Merkel al término del consejo de ministros, celebrado de forma extraordinaria en Meseberg, a las afueras de Berlín. «El mensaje a los refugiados es: «Si te esfuerzas, podrás progresar aquí», defendió el vicecanciller y presidente del Partido Socialdemócrata, Sigmar Gabriel, que aseguró que la propuesta supone un «cambio paradigmático» y la antesala para una futura ley de inmigración.

Por un lado, se crearán 100.000 puestos de trabajo adicionales para los demandantes de asilo en función de sus perspectivas de quedarse en Alemania, es decir, para todos menos aquellos procedentes de países considerados seguros o que vayan a ser deportados a su lugar de origen. Además, queda anulada durante tres años la normativa que impide a los inmigrantes acceder a empleos en los que el jefe no tiene nacionalidad europea.

Pero, la nueva ley también establece sanciones, tales como reducir las prestaciones a los refugiados que falten a los cursos obligatorios de integración y de alemán, e incluso revocar el permiso de asilo a los que cometan delitos. Sin duda el punto más polémico es el que les prohíbe durante tres años residir en un lugar distinto al que les asignaron las autoridades cuando llegaron al país, para evitar «los guetos y las sociedades paralelas», según el ministro del Interior, Thomas de Maizière.

Oenegés como Pro Asyl ya han criticado la ley por considerar que recorta las libertades de los inmigrantes, haciéndose «eco de las opiniones populistas de derecha». También la oposición ha denunciado que refuerza el falso estereotipo del refugiado como una persona vaga. «Esto es un engaño. En realidad, es otro endurecimiento del derecho de asilo», sentenció la presidenta de Los Verdes, Simone Peter.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)