El ecologista Van der Bellen arrebata la presidencia a la ultraderecha en Austria

El candidato progresista, con el 50,3% de los sufragios, se impone por solo 31.000 a Hofer gracias al voto por correo Su reto será unir al país, dividido por el auge de la derecha xenófoba y populista

Diario de Noticias, , 24-05-2016

“Se ha hablado de las divisiones del país, pero son dos mitades que hacen Austria”
“No os desalentéis. La movilización de esta campaña es una inversión para el futuro”

viena – El progresista Alexander Van der Bellen logró una apurada victoria en las elecciones presidenciales que Austria celebró el domingo, al lograr el 50,3 % de los votos y dio así la vuelta a los sondeos que daban como favorito al candidato del ultranacionalista y xenófobo Partido Liberal (FPÖ). Tan reñida fue la segunda vuelta de estos comicios que hubo que esperar al escrutinio, ayer, de los votos por correo para conocer el resultado definitivo. Finalmente, Van der Bellen ganó con 50,3 % de los votos y apenas 31.000 votos de ventaja.


A pesar de que ninguno de los dos partidos en el poder – el Socialdemócrata y el Popular (ambos quedaron fuera de carrera en la primera vuelta, el pasado 24 de abril) – habían apoyado abiertamente a Van der Bellen, éste se preció el domingo de haber reunido a austríacos “de generaciones, edades y clases sociales” distintas. Una mezcla en la que primó el rechazo a tener un presidente de la ultraderecha populista. Así, hasta el 40% de quienes votaron el domingo por él aluden a ése como el motivo de su voto.


Van der Bellen, un economista de 72 años que fue líder del partido Los Verdes, fue así el candidato de aquellos austríacos que querían evitar que Norbert Hofer, del FPÖ, se convirtiera en el primer presidente de un país de la UE perteneciente a un partido de la derecha radical populista. El candidato ecologista había quedado segundo en la primera ronda de los comicios con el 21,3 % de los votos, lejos del 35,1% alcanzado por Hofer. Si Hofer dio la sorpresa en aquella primera ronda, el progresista lo hizo en la segunda, ya que su derrota se anunciaba como muy probable e incluso los primeros sondeos la daban por segura. El escrutinio de las más de 850.000 papeletas, el 14% del censo electoral, que han llegado por correo dieron el triunfo a Van der Bellen.


moderación y experiencia Este acudió a las elecciones como independiente, aunque el apoyo económico y político de Los Verdes ha sido claro, y quiso vender la imagen de una persona moderada, madura, con experiencia política y capacidad de ser el presidente de todos los austríacos. Van der Bellen defendió la figura de jefe del Estado como un representante del país, sin afiliación política y con atribuciones eminentemente representativas y de árbitro moral. Frente a ese papel, advirtió de las intenciones de Hofer, que no dudó en decir que desde la presidencia estaría dispuesto a defender la ideología de su partido, intervenir en la vida política, controlar al Gobierno e incluso convocar elecciones parlamentarias antes de la fecha prevista de 2018.


La segunda vuelta, la primera en la historia de Austria de la que quedaron excluidas las dos formaciones que gobiernan en coalición y en la que La participación subió del 68,5% a71,9%, estuvo marcada por una fuerte polarización de la sociedad, acentuada por la crisis de refugiados. Y ello a pesar de que en la república alpina el presidente tiene limitadas competencias y su función es sobre todo representativa.


La Constitución austríaca otorga al presidente federal la potestad de decidir a quién encarga la formación del gobierno sin obligación de optar por el líder del partido más votado, como sin embargo es la usanza en Austria. Para algunos analistas Van der Bellen es una persona que representaría bien las funciones de la jefatura del Estado austríaco, un cargo protocolario pero imbuido de prestigio y visto como una referencia ética.


Ya incluso antes de que el ministro anunciara los resultados definitivos, el propio Hofer había reconocido su derrota en un mensaje en la red social Facebook. “Por su puesto que hoy estoy triste. Me habría encantado haber podido velar por nuestro maravilloso país como presidente federal”, indicó el político ultranacionalista.


Hofer, que es tercer vicepresidente del Parlamento por el ultranacionalista (FPÖ), ha logrado en estas elecciones presidenciales el mejor resultado de esta formación euroescéptica y antiinmigrantes . De haber ganado, sería el primer jefe de Estado de la derecha radical en un país de la UE, donde están creciendo estas fuerzas políticas. Su campaña electoral giró alrededor del eslogan “los austríacos primero”, centrándose en defender los valores del país alpino frente a lo que asegura son las imposiciones de la UE, la amenaza de los inmigrantes y el peligro que supone el islam.


“Se ha hablado de las divisiones en este país, entre derecha e izquierda, entre la ciudad y el campo, entre los de arriba y los de abajo, entre jóvenes y viejos. Pero creo que se puede ver así: Son dos mitades que hacen Austria y una es igual de importante que la otra”, dijo Van der Bellen en su primera intervención pública tras anunciarse su victoria. “Puedo decir que tú eres igual de importante que yo. Y que yo soy igual de importante que tú. Y juntos formamos esta bella Austria”, declaró.


Junto a una bandera de Austria y otra de la Unión Europea (UE), Van der Bellen insistió en que quiere ser el presidente de todos y ganarse la confianza de la mitad de la población que votó por su contrincante. – Efe/E.P.

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