José Carlos Budia, representante de CEAR (Comité Español de Ayuda al Refugiado) en Andalucía tiene todos los dispositivos de acogida a la espera de recibir asilados, pero no llegan. La ONG es una de las tres, con Cruz Roja y ACCEM, encargadas de esta atención y sienten la frustración cotidiana de no poder hacerlo. Ni siquiera saben nada del último contingente de 200 personas que el Gobierno español ha anunciado que va a venir de manera inminente.

«No llegan, no hay nada en marcha, seguimos sin noticias», declara. Ni siquiera se sabe cómo se va a repartir este contingente, acordado a primeros de mayo, entre las distintas comunidades autónomas. El representante de CEAR afirma que «llamamos al Ministerio y nadie sabe nada» aún ahora, mediado el mes de mayo. Desde que comenzó la crisis en septiembre, sólo han llegado a España 18 personas de los contingentes arribados a las costas griegas.

A su juicio, las dificultades están en origen. «El Ministerio nos dice que están en ello, pero no es una cuestión que dependa directamente de su gestión». La Comunidad Europea acordó crear unos puntos de identificación de las personas llegadas en petición de asilo para luego distribuirlas por los distintos países de acogida. Pues estos centros , llamados hotspots o puntos calientes, lugares de recepción y de selección de desplazados, no terminan de ponerse en marcha, denuncia Budia.

Por otra parte, indica que la mayor parte de los sirios que llegan a esos centros huyendo de la guerra no quieren venir a España, sino que tiene sus objetivos situados en países del centro y Norte de Europa.

Falta de voluntad

«No se ha engrasado la maquinaria a nivel europeo», indica. A su juicio, «ya nos parece ridículo acoger a 200 personas siete u ocho meses después de declararse la situación de emergencia» y debería «darse un tirón de orejas al gobierno. Ya a estas alturas no deberían ser 200, sino 2.000 por lo menos». «Falta voluntad en muchísimos casos», agrega, y menciona el documento firmado por diveras comunidades autónomas en este sentido, entre ellas Andalucía, para reclamar que fluya la acogida.

CEAR y las demás asociaciones sí atienden a las personas que llegan por sus propios medios, no por las cuotas europeas que, como queda dicho, están paralizadas. Se trata por lo general de personas procedentes de los CETI de Ceuta y Melilla. Estos centros de retención de inmigrantes son vaciados periódicamente y sus usuarios enviados a la península para acogerse a los protocolos de asilo. A ellos pertenecían los 25 refugiados anunciados por la presidenta de la Junta en el pleno del Parlamento de finales de abril. CEAR ha atendido desde enero procedentes de Ceuta y Melilla a unas 250 personas, en un 90% sirios, pero también marroquíes y subsaharianos, en concreto cameruneses. Estos últimos solicitan asilo por persecución por orientación sexual.

Fuentes de la Dirección General de Migraciones de la Junta de Andalucía indicaron que durante la última semana los datos que poseen de entrada de solicitantes de asilo corresponden a 93 personas, de ellas una de Guinea Conakry, cinco de Iraq, seis de Líbano, nueve de Marruecos, 18 de Palestina y 54 de Siria. El representante de CEAR destaca asimismo que los dispositivos de acogida andaluces están dispuestos y el director general de Migraciones andaluz, Luis Vargas, «llama un día sí y otro también» para saber si hay novedades y si requerimos alguna gestión».