Expertos alertan del alto número de mezquitas encubiertas en la Comunitat Valenciana

Un informe revela la existencia de 800 templos ilegales en locales islámicos y la mayor presencia en Valencia frente a Madrid o Cataluña

Las Provincias, A. CHECA/M. SÁIZ-PARDO, 17-05-2016

Son el talón de Aquiles de la lucha antiyihadista en España: las mezquitas ilegales. Garajes, domicilios particulares, locutorios, trastiendas de carnicerías islámicas, salas de oración al margen de cualquier registro o supervisión que ni el Estado ni las Fuerzas de Seguridad son capaces de controlar y que, según los informes de inteligencia, se han convertido en los principales centros de reclutamiento del Estado Islámico en España, más allá incluso de la redes sociales. Eso sí, aunque esas «mezquitas ilegales o encubiertas» son un verdadero semillero de radicales, sus débiles contactos con el Daesh y sus escasos medios no las hacen, hasta ahora, una amenaza seria para la seguridad nacional.

Por primera vez un informe valora con datos de los servicios de información el fenómeno de los centros islamistas clandestinos. La Asesoría de Inteligencia y Consultoría de Seguridad (AICS), la principal entidad privada del país dedicada al seguimiento del yihadismo, asegura que en «España existen más de 800 mezquitas ilegales o encubiertas, además de las más de 100 que han sido desmanteladas por Policía y Guardia Civil». Ni mucho menos todos esos centros clandestinos son lugares de proselitismo radical («no significa que una carnicería regentada por un musulmán encubra siempre una mezquita en su parte posterior»), pero la falta de control de esas instalaciones, preocupa, y mucho, a los servicios antiterroristas.

El perfil de ciudadanos islámicos es el principal a la hora de trazar el riesgo de captación o reclutadores. Pero el dibujo de los analistas de inteligencia habla también del radical español, en realidad de origen magrebí. El informe apunta a «individuos masculinos no relacionados con el entorno islamista». Son jóvenes de entre 20 y 30 años, de bajo nivel cultural, casi analfabetos, sin relación previa «directa» con un grupo yihadista y que «pocas veces dan señales externas de radicalización».

AICS también retrata a la yihadista española, en general «más radical que el hombre». El informe explica que en España el fichaje de mujeres es muy rápido. A diferencia del hombre suele vivir un proceso de «conversión al Islam» más extremista y «casi inmediata». Sus costumbres, como su vestimenta, cambia en días, por lo que son más fáciles de identificar. El año pasado, dos jóvenes de 18 y 19 años con un perfil similar fueron arrestadas en Gandia y Xeraco.

En su último informe sobre el «proceso de captación y radicalización del Estado Islámico» al que ha tenido acceso LAS PROVINCIAS, la asesoría dibuja el mapa de las zonas caliente del reclutamiento del Daesh en España a través de esas instalaciones ilegales. El dossier, en contra de las tesis oficiales del Ministerio del Interior, rechaza que la «captación» de yihadistas tenga como epicentro las redes sociales y sostiene que el «cara a cara» sigue siendo en España la principal herramienta para el fichaje de futuros muyahidines. Otra cosa, explican responsables de inteligencia, es la distribución de propaganda radical, que sí que tiene en internet su principal herramienta.

De riesgo bajo

Y en ese mapa de ‘zonas calientes’, una vez más la Comunitat ocupa un lugar preponderante. De hecho, aunque los expertos en inteligencia no precisan la cantidad exacta, sí señalan esta región como la que mayor presencia tiene de esas 800 mezquitas irregulares, por delante incluso de Cataluña y Madrid, pese a contar estas autonomías con mayor número de población. La proporción también situaría la región valenciana como la que cuenta con mayor número de fieles y, por lo tanto, potenciales víctimas de las redes de captación yihadistas.

En su último documento, fechado el pasado 11 de mayo, la Asesoría de Inteligencia y Consultoría de Seguridad insiste en que España, a través de esos centros religiosos clandestinos, está viviendo un proceso de adoctrinamiento intensivo de «potenciales candidatos» para engrosar las filas del ‘Califato’ y que a los servicios de inteligencia y de información del Estado les es muy difícil controlar este fenómeno.

Pero al mismo tiempo apunta a que el nivel de estos potenciales centros de captación y de sus acólitos es de bajo riesgo. Al menos, por ahora. El informe repara en la «baja preparación técnica» y la «poca determinación para con la causa» de los reclutados que el Daesh viene haciendo en España. El riesgo actual, según el dossier, nada tiene que ver con el que padecen países como Bélgica o Francia.

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