Antiguas rencillas de un clan gitano residente en el poblado de A Fontela en Maside (Ourense), agravadas por la unión en pareja de dos miembros de las familias enfrentadas, están detrás del tiroteo que la noche del domingo dejó a dos personas heridas en la entrada principal del Complexo Hospitalario de Ourense (CHUO). En la residencia materno-infantil se encontraba ingresada parar dar a luz una mujer de la familia Gabarri. En la puerta esperaban familiares de su pareja, una parte de la familia que había sido repudiada por los parientes sanguíneos de la parturienta, y que habían tenido que irse a otra zona del poblado. El sábado ya había habido un altercado, según algunas fuentes, pero fue poco antes de las once y media de la noche del domingo cuando se desató el drama.

A bordo de dos vehículos, un Ford Focus y un Fiat Punto, hermanos y otros familiares de la mujer se presentaron ante el complejo hospitalario con las peores intenciones. Armados con escopetas y rifles, comenzaron a disparar a discreción, según relató un vigilante de seguridad del hospital, quien fue providencial para evitar consecuencias mucho peores. Dejaron heridos, leves, con munición de escopeta, a Eduardo M. J. y Francisco J. M., en la espalda y en una pierna. La puerta exterior y la que da acceso al vestíbulo quedaron marcadas por 22 impactos de escopeta y tres de rifle, producto de al menos doce disparos.

Y es que en cuanto salieron los vigilantes de seguridad que se encontraban en la zona de urgencias, el primer coche se dio a la fuga. Pero otro había accedido a la entrada desde un callejón lateral. El guarda de seguridad Alberto Ramos se plantó delante de uno de los agresores e impidió que avanzase al interior del recinto hospitalario, donde ya se habían refugiado las personas que esperaban.

Los heridos fueron atendidos en el propio hospital y dados de alta a las pocas horas. La Policía Nacional estableció un operativo de búsqueda, en coordinación con la Policía Local y la Guardia Civil, para localizar a los autores. Primero se encontraron las armas (dos escopetas y un rifle), que habían intentado esconder en una plaza del casco viejo de la capital ourensana. Cinco personas, residentes en el poblado gitano de Maside, habían sido identificadas como participantes en el hecho. Y en el entorno de la plaza San Cosme cayeron los dos primeros sospechosos, Daniel Gabarri Borja y Moisés Gabarri Borja, de 25 y 22 años respectivamente, y hermanos de la mujer ingresada. Después de las gestiones realizadas por la policía en el poblado donde inicialmente no se había localizado a los sospechosos ayer se produjeron cinco detenciones más. Se entregaron voluntariamente en comisaría los padres, Antonio G. M y Yolanda B. J., de los supuestos autores de los disparos y el padre y dos hermanos de otra familia, Diego G. M., Miqueas G. M. y Rubén G. M.. En total, siete detenidos (cuatro con antecedentes) a los que la policía atribuye los delitos de homicidio en grado de tentativa y tenencia ilícita de armas. Ayer continuaban en la comisaría y hoy irán pasando a disposición judicial. El subdelegado del Gobierno en Ourense, Roberto Castro, destacaba la rápida actuación de la policía y el apoyo de otros cuerpos. La Guardia Civil colaboró para mantener el orden en el poblado de Maside.