El pasado sábado se celebró, en el colegio Maria eta Jose Ikastetxea, el concierto benéfico ‘Errefuxiatuen aldeko kantaldia’, organziado por el Grupo de Solidaridad con los Refugiados de Zumaia y presentado por Inazio Tolosa y Amaia Irazabal. La noche estuvo ambientada por las actuaciones de Beheko Plaza Abesbatza; Astindu Dantza Taldea; Zumaiako Trikitilari Taldea; Maialen Velarde y Maddalen Arzallus; Julen Izarra, Uhin Loiola, Marixi Sesma y Nagore Aizpurua; Mikel Markez con el trikitilari Izer; y Ahuntzaren Gauerdiko Eztula. También por un emotivo relato narrado por Jon Maia, que aunque no pudo acudir a la cita por problemas de salud, no quiso defraudar al público y envíó un audio para reproducirlo durante la velada.

Durante el evento, los voluntarios de ‘Errefuxiatuen Harrera Taldea’ subieron al escenario para agradecer a los artistas, a los asistentes y a todos los vecinos de la localidad que han colaborado por esta causa.

Asimismo, recordaron como en febrero de 1937, durante la Guerra Civil, un total 252 zumaiarras fueron expulsados del municipio simplemente porque algún miembro de la familia era partidario del bando republicano o había huido: «Nosotros los zumaiarras hemos sido refugiados, hemos vivido en el exilio y recibido la solidaridad por parte de pueblos y personas que nos recibieron con los brazos abiertos».

En 2015, tras la guerra de Siria, millones de sirios se vieron en la obligación de huir de sus pueblos, llegando a Europa tras haber vivido una increíble odisea. «Han escuchado buenas palabras, pero las palabras se las lleva el viento. Miles de personas se encuentran desesperadas, sus derechos humanos han sido vulnerados y ahora se encuentran en áreas que bien podrían ser enormes cárceles», señalaron.

«Al ver tanta injusticia y tanta hipocresías, vimos las imágenes de aquellos zumaiarras en los rostros de los refugiados de Siria y de otros países. Esto nos llevó a crear el Grupo de Solidaridad con los Refugiados», explicaban Antton Peñalba y María Peña, acompañados por otros miembros de la plataforma.

Los voluntarios de la plataforma ciudadana prometieron que mientras siga existiendo esta injusticia, seguirán mostrando su ayuda y solidaridad para con los refugiados. «Los zumaiarras también fuimos refugiados y en aquellos momentos difíciles recibimos el apoyo y solidaridad de mucha gente. Ahora es nuestro turno y vamos a tratar de pagar esa deuda», indicaron.

El dinero recaudado durante la campaña ‘Errefuxiatuekin Elkartasuna’ será utilizado para dar de comer en los comedores sociales que el proyecto Zaporeak tiene en el campo de refugiados de la isla griega de Chíos y para poder cubrir necesidades básicas de la gente que se encuentra en los campamentos.