«No hay ni un solo niño» en los asentamientos

El Consistorio identifica a 1.226 sujetos en 135 enclaves, la mayoría rumanos de etnia gitana

El Mundo, E. M. MADRID, 09-05-2016

El Ayuntamiento de Madrid tiene identificados 135 asentamientos repartidos en los 21 distritos en los que «no hay ni un solo menor», ha asegurado la delegada de Equidad, Derechos Sociales y Empleo, Marta Higueras, en una entrevista concedida a Europa Press, refiriéndose en todo momento a asentamientos de población rumana de etnia gitana y otras nacionalidades, no a poblados como los de Cañada Real y el Gallinero.

El Consistorio tiene identificadas a 1.226 personas en asentamientos, un conocimiento al detalle, con intervención social incluida, que les lleva a saber no sólo cuántos hombres y mujeres son, sino también sus nacionalidades (la más numerosa es la rumana, con 777 personas) e incluso si tienen perros.

El mayor número de asentamientos se reparte entre Centro (16), Chamartín (16), Moncloa-Aravaca (14), Fuencarral-El Pardo (13) y Arganzuela (12). En sentido inverso se encuentran Vicálvaro, Usera y Villa de Vallecas, con uno por distrito, Moratalaz con dos y Barajas con tres.

Los asentamientos son muy heterogéneos en su composición: pueden ir desde los integrados por dos personas hasta los que tiene medio centenar viviendo en tiendas de campaña, bajo puentes, en chabolas, caravanas, naves abandonadas o antiguas fábricas. Los más numerosos en los asentamientos son los rumanos de etnia gitana. También hay gitanos españoles, polacos, búlgaros, marroquíes, subsaharianos, turcos, portugueses, ecuatorianos y paraguayos.

Marta Higueras asegura con los datos en la mano que todo lo que la oposición pedía, y aprobó con sus votos, en el pleno extraordinario de esta semana, «ya se está haciendo» empezando por este mapa de los asentamientos. Los votos de PP, PSOE y Ciudadanos sacaron adelante que el Samur Social realizase un mapa de los campamentos en dos meses. La realidad es que ya está hecho.

La delegada echa por tierra con los datos en la mano la existencia de menores en estos asentamientos, a pesar de que el PP afirmara en el Pleno que esta situación dramática se estaba produciendo. «Hoy en Madrid cualquier persona que viera mendigando a un menor llamaría a la Policía o al Samur y el menor sería atendido de inmediato», argumenta la titular de Equidad, que no pasa por alto el hecho de que las personas que viven en asentamientos saben que si hubiera un niño en ellos «actuaría la comisión del menor, garantizado».

En poblados asentados, como el Gallinero y la Cañada Real, sí hay menores, fundamentalmente rumanos de etnia gitana, «todos escolarizados». El Ayuntamiento vigila que vayan a clase con un programa que controla el absentismo escolar «al día». «Cuando un día un menor no va al colegio vamos a la chabola a ver qué ha pasado», explica la edil, que reconoce el alto fracaso escolar registrado.

Además, Marta Higueras ha anunciado como medida para frenar el «chabolismo vertical» que no habrá más de un piso por bloque de familias procedentes de asentamientos y que se dispersarán por todo Madrid para evitar la creación de «guetos».

Fue en los años 90 cuando el Instituto de Realojamiento e Integración Social (IRIS) levantó barrios alrededor de Madrid donde realojaron a personas que venían del chabolismo.

«Eso es chabolismo vertical. Haces un bloque, les tiras las chabolas y les metes a todos ahí. Eso no soluciona nada, haces un gueto. Eso ya está experimentado y es un fracaso, no queremos hacer chabolismo vertical», argumenta la también primera teniente de alcalde.

La concejala sostiene que no se trata de dar a estas personas una vivienda sin más, «sus condiciones de vida seguirán siendo pésimas porque seguirán sin tener para pagar la luz o la comida»– sino que necesitan acompañamiento social para sacar su vida adelante, esta vez «en un sitio digno para vivir, no en una chabola».

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