El pequeño Osman y su familia llegarán mañana a Valencia
El Centro de Atención a Refugiados de Mislata acogerá a los padres del niño afgano mientras sea tratado de su parálisis cerebral en el hospital
Las Provincias, , 09-05-2016El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación en funciones, José Manuel García – Margallo, espera que Osman, el niño afgano de siete años con parálisis cerebral que permanece atrapado con su familia en el campo de refugiados de Idomeni (Grecia), llegue a Valencia mañana para ser tratado en un hospital que deberá decidir la Generalitat Valenciana. Así lo indicó el ministro a preguntas de los periodistas en Valencia, donde ayer asistió a la Missa d’Infants en honor a la Virgen de los Desamparados, patrona de la ciudad.
Según el ministro, «los planes» son que Osman llegue a Madrid «y de ahí venga a Valencia, espero que el martes» para ser tratado de su problema médico en un centro hospitalario de la Comunitat Valenciana, que fuentes de la Conselleria de Sanidad habían indicado que sería el Hospital La Fe de Valencia.
La Delegación del Gobierno en la Comunitat Valenciana ha previsto que Osman llegue a Valencia junto con sus padres y sus dos hermanos, que según García – Margallo, «serán atendidos en el Centro de Atención a Refugiados (CAR) de Mislata», mientras el pequeño permanezca en el hospital.
«Lo hemos coordinado con la Generalitat, con la consellera de Sanidad (Carmen Montón) y el propio presidente (Ximo Puig), y ellos serán los que digan cuál es el hospital que está más preparado para atender el problema medico del niño», apostilló el ministro. Los especialistas de La Fe realizarán una primera valoración de los problemas de salud del niño. Luego decidirán si es posible un tratamiento y la unidad más adecuado.
El menor y su familia huyeron de su ciudad, Kandahar, sumida en atentados y enfrentamientos militares contra talibanes. En una ciudad en guerra con una sanidad muy mala, Osman estaba casi condenado a muerte. Caminaron tortuosamente por su país, Irán y Turquía tras jornadas diarias andando de 10 horas, con el niño en brazos, según relataron sus padres.
Después, tras alcanzar la costa, cruzaron a Lesbos por mar. En la memoria de la familia resurge ese terrible viaje de tres horas en un barco abarrotado. Tras jugarse la vida, llegaron a Atenas. Finalmente, el 10 de abril recalaron en el campamento de refugiados de Idomeni, un improvisado océano de lonas y barro en la frontera con Macedonia, hogar de 1.400 refugiados. En este lugar, el niño también estaba en riesgo de morir, ya que pasaron del frío invernal a un calor extremo con el humo de las hogueras y las malas condiciones sanitarias.
El matrimonio jamás había oído hablar de Valencia, pero están ansiosos por empezar en la ciudad una nueva vida después de tres meses de peligro y sufrimiento. Calificaron a España como un país solidario y Ata, el padre del niño, ya sueña con la posibilidad de un trabajo como tapicero de coches, su empleo en Kandahar. Mientras, Palwasha, la madre, pretende volcarse con el cuidado de Osman y sus hermanos. Y les entusiasma poder ver el mar.
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