Bruselas pone precio a los refugiados

La Comisión reta al rebelde bloque del Este y propone una multa de 250.000 euros por cada asilado rechazado

Diario Sur, ADOLFO LORENTE , 05-05-2016

«En Europa no hay una solidaridad a la carta. No se puede estar en la UE para unas cosas y para otras no». El mensaje, contundente, fue lanzado por el vicepresidente primero de la Comisión Europea, Frans Timmermans, con un evidente receptor: el rebelde bloque del Este. En efecto, estamos hablando de refugiados, de solidaridad entre Estados, de redistribuir los esfuerzos en materia de asilo en situaciones excepcionales. Algo a lo que países como República Checa, Hungría, Polonia o Eslovaquia se vienen negando en los últimos meses. Ayer, el Ejecutivo comunitario les vino a decir los siguiente: «Podéis quedaros al margen del nuevo sistema de reparto durante un año, pero eso sí, por cada asilado que os toque y no aceptéis, deberéis pagar 250.000 euros». Se barrunta tormenta política en la UE y no precisamente pasajera. Fue proponerlo y el bloque del Este dar un rotundo ‘no’ a «este nuevo chantaje».

La de ayer fue una de esas reuniones del Colegio de Comisarios marcadas en rojo en el calendario. Se aprobó la propuesta de reforma del sistema común de asilo, la liberación de visados para los turcos o la ampliación de los controles fronterizos dentro del sistema Schengen en varios países. Tres temas de enorme envergadura que se abordaron de forma conjunta porque en realidad, los tres están interrelacionados entre sí. Muchos papeles y mucha información condensada en apenas un par de horas antes de que la UE cierre por puente festivo durante cinco días. Así que mejor dejar las cosas atadas.

Antes de nada, conviene tener presente un matiz que tiende a olvidarse pero que en la práctica es esencial, sobre todo en temas tan delicados como el migratorio. La Comisión propone pero es el Consejo Europeo (representado por los 28 países) y el Parlamento Europeo los que luego tienen que dar luz verde a estas propuestas legislativas. Quizá ocurra en un futuro y Bruselas, arropada por Estados miembros como Alemania, Suecia o Italia, empujará fuerte para que así sea, pero de momento, nadie multará a nadie si se niega a colaborar.

Lo que el Ejecutivo Juncker propuso es una redefinición de Dublín, el reglamento vigente que dice que el demandante de protección internacional debe hacerlo en el primer país de la UE que pise. Es decir, que si un inmigrante solicita asilo en Berlín pero Alemania demuestra que ha entrado por España, el solicitante debe volver a nuestro país. Pero este sistema, debido a la grave crisis de los refugiados sirios, «ya no funciona», como dijo Timmermans, que compareció junto al comisario de Migración e Interior, Dimitris Avramopoulos. Ambos defendieron un modelo «más justo y equilibrado»

Coste conocido

Qué hacer? Lo que se propone es la puesta en marcha de un mecanismo de emergencia que sirva para ayudar a un Estado miembro en problemas cuando alcance el 150% de su capacidad máxima de acogida. Será entonces cuando se active un sistema de reparto entre el resto de países que tendrá carácter obligatorio y seguirá el polémico modelo de cuotas que ya fracasó en septiembre pasado. Salvo Reino Unido, Irlanda y Dinamarca, que tienen opción de no acogerse, el resto debe participar. Puede no hacerlo «durante un año», pero ya sabe el coste que esto supone: 250.000 euros por asilados rechazado que irán a parar al país que lo acoja.

«Si un Estado miembro no participa deberá apoyar a los que sí lo hacen», recalcó Timmermans. Bruselas, tan dada a la diplomacia, no habló en ningún momento de multa o sanción, sino de «solidaridad», pero qué duda cabe que esos 250.000 euros tienen un marcado fin penalizador. «Se ha adoptado esta cifra con claros fines disuasorios», reconocieron fuentes comunitarias. Y es que Bruselas no está dispuesta a vivir otro sonoro fracaso como el sufrido con su propuesta de recolocar a 160.000 refugiados que ya están en Grecia e Italia. En siete meses, sólo se han trasladado a algo más de un millar por la falta de control de estos dos países pero, sobre todo, por la falta de solidaridad de sus socios de la UE.

Así que si no quieren por las buenas, deberá ser a través de sanciones, como mejor se entienden las cosas en todas las facetas de la vida. Hay dos formas de verlo: Se multará a los países no solidarios o la Unión Europea permite pagar para no acoger refugiados, aunque en esta segunda interpretación el peaje es elevadísimo.

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