“Ha hecho más por nosotros que cualquier líder musulmán”
Los refugiados que Francisco llevó a Roma aseguran que el papa les ha regalado “un sueño”
Diario de noticias de Gipuzkoa, , 30-04-2016Roma – Hasan, Nour y Riad componen una de las tres familias afortunadas que se encontraban en el campo de refugiados de Moira, en la isla griega de Lesbos y que el Papa Francisco trasladó hasta Italia en el avión que le trajo de vuelta tras su viaje al país heleno hace quince días para conocer de primera mano la situación en la que se encuentran los refugiados. “Aprecio al papa Francisco más que a ningún líder musulmán, de ninguna Mezquita. El ha hecho por mi familia más que ningún otro”, asegura Hasan. Este refugiado sirio define al Pontífice como un “gran hombre” que les ha regalado “un sueño” y “una nueva oportunidad con esperanzas de un futuro seguro”. Junto con su familia, vivían en Damasco, pero tuvieron que escapar después de que su casa fuera destruida tras un bombardeo.
Ahora su mayor esperanza es que su hijo pequeño de dos años Riad pueda olvidar “todo lo horrible que han pasado”. “Mi hijo sigue despertándose por la noche llorando y asustado. Tiene dos años y tengo la esperanza de que olvide las cosas horribles que nos han pasado”, explica Hasan justo antes de acudir a sus clases de italiano en el barrio del Trastevere.
Los tres viven en un apartamento compartido con otras familias en este céntrico barrio romano, con los gastos pagados por el Vaticano. Pasan el tiempo entre las clases de italiano – 8 horas a la semana – y la recopilación de todos los documentos necesarios para solicitar al Gobierno italiano el reconocimiento oficial de refugiados políticos. El próximo 6 de mayo tendrán la entrevista final con las autoridades competentes.
Pese a su admiración por el Pontífice, también tienen claro que no van a convertirse al cristianismo, pero le agradecen esta nueva oportunidad. “Finalmente todos los creyentes estamos ligados a un solo Dios. Todas las religiones acaban en un solo Dios. No hay distinción, somos, pertenecemos a la raza humana y todos tenemos derecho a tener una vida segura”, argumenta Hasan.
Hasan tampoco olvida su pasado en Siria antes de la guerra. Recuerda que vivían “una vida normal, en paz”. “Cada uno de nosotros tenía un trabajo, una casa, una rutina. La guerra arrasó con todo. Yo trabajaba como arquitecto de paisajes. Mi trabajo era muy interesante. Hacía muchísimos proyectos en Siria y mi mujer era microbióloga. Somos gente normal como tú, no terroristas”, explica. – E.P.
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