Las deportaciones y la presencia de dos ministros provocaron el motín de Lesbos

La Vanguardia, Redacción y Agencias, 27-04-2016

En el campo de detención de inmigrantes y refugiados de Moira, en Lesbos, “la tensión ha ido creciendo en los últimos días”, ha dicho el portavoz de la agencia de la ONU para los refugiados, Acnur, en la isla griega, Boris Cheshirkov, a la agencia France Presse. El motín que se desencadenó ayer tarde y que acabó con 10 heridos, arrancó con la visita del ministro griego de Inmigración, Yannis Mouzalas, y su homólogo holandés, Klaas Dijkhof. Hubo un “malentendido”, según la versión del Gobierno de Atenas.

Ambos ministros se encontraban en el módulo de los menores no acompañados. Entre rumores de que se habían denegado peticiones de asilo y algunos chicos iban a ser deportados a Turquía, estos abuchearon a los dos políticos y les arrojaron botellas de agua (de plástico). Mientras crecía el alboroto, perforaron la valla que separa a los menores del resto de detenidos, prendieron fuego a contenedores de basura y gritaron “libertad, libertad”. El motin se extendió de este modo al resto del campo.

La policía antidisturbios acudió a Moria y disparó gases lacrimógenos. Dos ambulancias fueron vistas entrando y saliendo del campo cerrado y miembros del personal que lo atiende tuvieron que ser evacuados.

Según Boris Cheshirkov, en los últimos días las peleas e incidentes se han “recrudecido”. “La gente está ansiosa y frustrada por no saber qué le va a pasar”, añadió.

En Moira permanecen más de 3.000 personas, de las cuales 150 son menores no acompañados. El pasado 20 de marzo, Moira pasó de ser un centro de registro de recién llegados a la isla a centro de retención completamente cerrado. El Gobierno griego planea trasladar a unas 600 personas, sobre todo familias con hijos, que llegaron después del 20 de marzo, al campo abierto de Kara Tepe, en la misma isla.

Desde el 20 de marzo, en que comenzó a aplicarse el acuerdo de deportación entre la Unión Europea y Turquía, unas 8.000 personas han llegado a Grecia, que se suman a las 46.000 que ya estaban en el país. Según el diario griego Ekathimerini, algunas autoridades locales, de la prefectura de Tesalónica entre ellas, han reaccionado con indignación ante el proyecto de abrir nuevos centros para acoger a los refugiados del campo improvisado de Idomeni, junto a la frontera de Macedonia.

Ayer se reanudaron las deportaciones desde Grecia a Turquía: trece personas salieron de Lesbos y cinco de la isla de Quíos, una deportación que tuvo que posponerse por los vientos de fuerza 7 y 8 en la escala Beaufort que impidieron la salida de los barcos. Se trata de las primeras deportaciones después de que, hace dos semanas, fueran devueltas a Turquía un total de 325 personas en dos tandas. La policía aseguró ayer a la agencia Efe que estaba previsto que doce personas más fueran deportadas hoy miércoles.

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