Obama bendice el liderazgo de Merkel
El presidente de EE UU confiesa en Alemania que la de la canciller «es la más importante amistad que he hecho a lo largo de mi mandato»
Diario Sur, , 25-04-2016El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y la canciller federal, Angela Merkel, demostraron públicamente ayer la estrecha relación y el alto grado de compenetración y confianza que les une con motivo de la quinta y probablemente última visita oficial a Alemania del ocupante de la Casa Blanca. «Es la más importante amistad que he hecho a lo largo de todo mi mandato», dijo Obama al ser preguntado en rueda de prensa sobre su relación con la líder conservadora alemana, de quien dijo apreciar sus «ideas y pensamientos» y subrayó que «cumple siempre» lo que promete. «Durante toda mi presidencia ha sido mi confidente», dijo Obama, que sorprendió a los periodistas con una revelación tan íntima.
Atrás quedan roces iniciales como la negativa de Merkel a permitir que Obama diera un discurso ante la Puerta de Brandeburgo durante la campaña electoral para su primera elección como presidente norteamericano o el escándalo de escuchas a las comunicaciones de la canciller por parte de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense. Merkel evitó educadamente responder a la pregunta acerca del vínculo que les une después de siete años de cooperación, mientras Obama se deshizo en elogios hacia su anfitriona.
«Angela Merkel se encuentra en el lado correcto de la historia», comentó el político del Partido Demócrata, que alabó reiteradamente el papel dirigente de Merkel en Europa, la postura mostrada en la crisis de los refugiados y la respuesta popular de los alemanes cuando el pasado verano se abrieron las fronteras del país a los peticionarios de asilo que se encontraban entonces atrapados en Hungría. Obama señaló que la «valiente postura» de la canciller en la cuestión de los refugiados se debe quizás «a que ella misma vivió detrás de un muro», en referencia al origen germano oriental de la jefa del Gobierno germano.
A lo largo de la más de media hora de intervención conjunta ante los medios, durante la que intercambiaron repetidamente miradas y sonrisas de complicidad, el presidente estadounidense aseguró además que la canciller cuenta con un extraordinario sentido del humor. «Ustedes no lo conocen porque no muestra en las ruedas de prensa su buen sentido del humor. En ellas se muestra seria», reveló Obama.
Los dos mandatarios pasaron seguidamente a velocidad vertiginosa a detallar su agenda de conversaciones empezando por la guerra civil en Siria, sobre la que expresaron su preocupación por los combates y el temor a que el frágil alto el fuego acabe rompiéndose en cualquier momento. Preguntados por la creación de una zona de seguridad para proteger a la población civil, Obama reconoció que sería una opción deseable, pero subrayó que «existen incontables problemas prácticos» para convertirla en realidad. Merkel a su vez se mostró partidaria de que la creación de posibles zonas de seguridad se discuta en las conversaciones de paz de Ginebra.
El presidente estadounidense condenó y calificó además de «provocación» la última prueba balística realizada por Corea del Norte. Señaló que, aunque hubiese sido un fracaso, Pyongyang aprende también de esos fallos y exigió que China aproveche su influencia para presionar al régimen norcoreano.
Autocrítica sobre Libia
El presidente norteamericano y la canciller alemana exigieron igualmente progresos en el conflicto de Ucrania y la aplicación urgente en todos sus términos del acuerdo de Minsk, tras lamentar la fragilidad del alto el fuego en el este del país. En cuanto a Libia, ambos coincidieron en subrayar que lo más urgente es lograr la reconstrucción de un Estado unitario. Obama defendió de nuevo la intervención militar internacional para acabar con el régimen de Muamar Gadafi, pero reconoció que se cometieron errores. En ese sentido destacó que «habría sido mejor si hubiésemos reflexionado antes sobre lo que debía venir después».
Tema destacado también de la visita del presidente estadounidense a Hanover, a donde acudió para inaugurar la feria industrial más importante del mundo, es el acuerdo de libre comercio entre su país y la Unión Europea. Tanto Obama como Merkel urgieron a que las negociaciones se cierren antes de acabar el año. «Debemos darnos prisa», dijo la canciller, quien subrayó la importancia de ese acuerdo para el crecimiento económico en Europa. No piensan igual la gran mayoría de los alemanes. Según las encuestas un 70% lo rechaza. Unas 50.000 personas, 35.000 según la policía y 90.000 a juicio de los organizadores, se sumaron el sábado a una gran manifestación en la capital de la Baja Sajonia para expresar su rechazo a un acuerdo que muchos temen que conduzca a la pérdida de empleos y un recorte de los derechos del consumidor.
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