¿Estuvo a punto de tener una de las muertes más horribles e incomprensibles que puede sufrir una persona, en este caso a manos de su propia madre? ¿La perspicacia, la rapidez de reflejos y la pericia de una agente de la Policía Local se aliaron en favor de la víctima para salvar la vida? Éstas son las dos incógnitas abiertas en Cartagena, a raíz de la intervención protagonizada por una agente del Ayuntamiento de Cartagena en la madrugada del lunes en la estación de autobuses de la ciudad. Según la información que maneja el cuerpo municipal, la funcionaria evitó que una inmigrante de origen nigeriano estrangulara a su hijo. Pero la Policía Nacional asegura que el bebé no presentaba ningún signo de asfixia.

Fuentes conocedoras del caso explicaron ayer a ‘La Verdad’ que, según los datos facilitados por un superior de la agente, en circunstancias no determinadas, la policía local en cuestión estaba a solas con una inmigrante de origen nigeriano en la estación, situada en la calle Trovero Marín.

A una hora y en circunstancias que no trascendieron, la mencionada agente municipal había visto cómo la mujer tenía entre sus brazos a la criatura e intentó asfixiarla. La funcionaria le habría impedido que terminara con la vida de la criatura y dio aviso de lo ocurrido a sus compañeros.

Tras proceder a la detención de la presunta parricida e instruir las correspondientes diligencias, la Policía Local puso a salvo al menor y entregó a la sospechosa a una patrulla de la Policía Nacional.

Desde este cuerpo estatal, un portavoz indicó sin embargo que, en el correspondiente examen al bebé, no fueron hallados síntomas externos de que hubiera sufrido una tentativa de estrangulamiento. Respecto a la mujer, señaló que fue trasladada al Hospital Santa Lucía, donde fue atendida en el área de Psiquiatría.

Fuentes conocedoras del caso añadieron que las autoridades policiales y judiciales tratan de esclarecer lo ocurrido y que el padre del menor (casado con la sospechosa) se hizo cargo de éste.

Las extrañas circunstancias que rodean este asunto contrastan con la propuesta de felicitación de la agente que ha realizado ante los responsables de la Policía Local su inmediato superior en el turno de madrugada.

Segundo revuelo en un mes

Es la segunda vez, en tan solo un mes, que la Policía interviene en la estación de autobuses por un caso relacionado con bebés. A mediados de marzo, los agentes de la Comisaría montaron un dispositivo de vigilancia en este edificio tras una tentativa de robo de dos recién nacidos en el Hospital Santa Lucía.

La sospechosa, una mujer de 21 años, huyó del centro sanitario tras intentar sustraer a dos bebés en el Hospital Santa Lucía de Cartagena haciéndose pasar por una enfermera encargada de trasladarlos para realizarles la prueba del talón.

Los padres dieron la voz de alerta y, aunque la Policía no logró dar caza a la sospechosa, ésta fue detenida en Valencia ese mismo día después de tres nuevas tentativas en el Hospital La Fe.