Internacional

La Policía alemana desarticula un grupo terrorista creado para atentar contra refugiados

A los cinco detenidos se les acusa de participar en ataques contra centros de acogida y haber organizado «cacerías» a extranjeros en el transporte público

ABC, , 19-04-2016

La redada en la que cinco supuestos terroristas de extrema derecha han sido detenidos hoy en la localidad sajona de Freital ha sorprendido a toda Alemania. Para la Policía de Dresde, sin embargo, no es ninguna sorpresa. Los cuatro hombres de edades comprendidas entre los 18 y 39 años y una mujer de 27 años de edad han participado en los últimos meses en ataques a varios albergues de refugiados y están detrás de campañas de amedrentamiento a ediles que aceptan alojar a solicitantes de asilo en sus municipios. La novedad es que ahora son acusados de haber constituido, junto con otras personas por identificar, un grupo terrorista en toda regla, denominado «Freital», con objetivos tanto xenófobos como políticos.

Las unidades especiales de la Policía Federal GSG 9 que han registrado varios pisos e inmuebles en el estado federado de Sajonia, en el este de Alemania, han incautado gran cantidad de material pirotécnico y explosivo importado de la República Checa. De acuerdo con la Fiscalía en Karlsruhe que ha ordenado los registros, los miembros del grupo son los responsables de tres ataques incendiarios llevados a cabo en septiembre de 2015 en Freital, en octubre de 2015 en Dresde y la madrugada del 1 de noviembre en Freital. El fiscal considera que la agrupación terrorista no tiene más de un año de edad, que ha surgido directamente relacionada con la llegada masiva de refugiados y que ha tenido su origen en las redes sociales.

A través de Facebook o de Twitter ha sido relativamente fácil rastrear la actividad de este grupo violento, que comenzó organizando encuentros para atacar a extranjeros en metros y autobuses. Los mensajes llamaban a «mantener limpios los medios de transporte» y se proponían asustar a los refugiados lo suficiente como para que en el futuro se abstuviesen de utilizar el transporte público.

El nombre de Freital, un pequeño pueblo a pocos minutos en coche de Dresde, era hasta ahora desconocido para la mayoría de los alemanes. Este verano saltó a los titulares por la negativa de sus habitantes a aceptar un albergue proyectado en el edificio de un hotel de la ciudad y en pocos meses se ha convertido en un foco de xenofobia contra el que se ha visto obligada a actuar la Fiscalía del Estado.

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