Internacional
Ola de conversiones de musulmanes al luteranismo en Dinamarca
El Gobierno teme que no sean sinceras y pide a los pastores que no bauticen hasta que se resuelva el asilo
ABC, , 12-04-2016Un informe publicado por el “Journal de Genève” señala que al menos un centenar de iraníes que han solicitado el estatus de refugiado en Dinamarca se han convertido a la Iglesia luterana desde comienzos de año. Además, se cuentan por centenares los inmigrantes iraníes y afganos que asisten a cursos de catequesis en varias iglesias protestantes danesas para recibir el bautismo.
El fenómeno recuerda vagamente las conversiones súbitas de mahometanos tras la pragmática de los Reyes Católicos del 14 de febrero de 1502. Entonces la opción era la conversión forzosa o la expulsión; ahora la alternativa es más sutil: la conversión no asegura el permiso de residencia en Europa, pero sí fortalece las posibilidades de obtenerla. El año pasado, la comisión danesa de apelación para los refugiados acordó dar asilo a un grupo de 42 iraníes a los que se le había negado en primera instancia. Después de convertirse al cristianismo, todos impusieron su argumento de que serían perseguidos en caso de ser repatriados.
Ante la ola de conversiones, el ministro de Cultura danés ha pedido a los pastores luteranos que no muestren tanto entusiasmo con el bautismo, o al menos que esperen a que se decida el trámite de asilo a los refugiados antes de recibirles en la Iglesia. Los clérigos prefieren confiar en la buena fe de los catecúmenos musulmanes, que además de la perspectiva de un traumático retorno a sus países después del paso dado deben afrontar la hostilidad de sus compañeros mahometanos en los campos de refugiados.
Dejar la fe de Mahoma no es tarea fácil, tampoco en Occidente. Buen número de países musulmanes mantiene la pena de muerte para los apóstatas tal como establece la Sharía. En los países moderados se pueden evitar los tribunales, pero no la ruptura con la familia y con los amigos. La conversión de un musulmán a otra religión “es la muerte civil”, afirma el libanés Camille Eid en su obra “Cristianos llegados del islam”.
Por esa razón los expertos piden prudencia a la hora de prejuzgar las conversiones al cristianismo de refugiados musulmanes, para no considerar que todas o casi todas son falsas e interesadas. Las declaraciones de algunos conversos en Dinamarca apuntan además a que es más fácil que el mahometano recurra a la iglesia protestante antes que a la católica; el islam y el protestantismo rechazan los intermediarios entre Dios y el creyente, y en primera instancia se sienten más cercanos a una religión sin Papa ni sacerdotes. Lo que no obsta para que el fenómeno de las conversiones también se dé en países católicos, aunque casi siempre se trata de procesos que no conocen la luz pública. En España, por ejemplo, se conoce el número de bautizados que se han convertido al islam (según las organizaciones musulmanas españolas son unos 20.000 en los últimos años), y se ignora por completo cuántos musulmanes han abrazado el catolicismo.
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