La idea de la campaña es no enviar un mensaje en negativo, es decir, no explicar que “los refugiados no son…”, sino recalcar cuál es el aporte que esta población puede aportar a la sociedad. “Son una oportunidad y también un signo de esperanza para todos, ya que nos ayudan a caminar hacia una nueva sociedad intercultural”, relata Carlés. El coordinador recuerda la idea de la aldea global como una manera de entender que es bajo este concepto es en el que vivir, de forma “yuxtapuesta”.

La campaña llevará la sensibilización a los colegios de las localidades, ya que las organizaciones recalcan que los niños y los jóvenes tienen una “sensibilidad especial”, además de actitudes más bien negativas, desde el machismo hasta otras calificadas como “totalitarias” ante estos nuevos fenómenos. “Es fundamental que haya una formación para que los más pequeños conozcan otras realidades”, asegura Carlés. Sin embargo, la iniciativa no se limitará a los colegios, sino que también se extenderá a cinefórums o jornadas gastronómicas. 

En cuanto a la gestión de los refugiados en Castilla – La Mancha, Braulio Carlés recuerda que se trata de una de las pocas competencias que no dependen de la Junta de Comunidades, sino de la Dirección General de Inmigración, pero que organizaciones como la suya se reúnen de forma periódica para trabajar los diferentes temas que se deben ir abordando. en este sentido, reafirma que la gestión debe ser cooperativa, tal como se está llevando a cabo actualmente.

Sin embargo, Carlés destaca también que no se puede olvidar el trabajo a nivel regional, provincial y local que se lleva a cabo desde las diferentes administraciones ya que es ahí donde se trabaja la acogida, la integración y la inclusión de los refugiados. Para esto se mantienen continuas reuniones entre las administraciones y las organizaciones para poder ofrecer la mejor gestión a la treintena de refugiados que ya han llegado a la región.