La batalla por la inmigración estalla en Dover
Nuevos choques entre la ultraderecha y grupos pro refugiados en el puerto británico
El Mundo, , 03-04-2016«Refugiados, bienvenidos»… Los acantilados de Dover sirvieron ayer de pantalla imaginaria para el grupo Global Justice Now, que se anticipó varias horas al puñado de manifestantes de ultraderecha de South East Alliance, convocados en las calles de la ciudad portuaria británica bajo una consigna bien distinta: «No más refugiados».
La batalla de la inmigración se cobró esta vez una docena de detenidos y no llegó a mayores gracias al fuerte dispositivo policial, que levantó un muro entre las dos marchas simultáneas de Dover. En enero, más de 40 manifestantes fueron detenidos en los enfrentamientos a puñetazo limpio entre los partidarios y los detractores de la inmigración.
Atrapado entre dos fuegos, el diputado conservador Charlie Elphicke se acabó alineando con los grupos de ultraderecha (con fuerte presencia neonazi) y lanzó un mensaje en Twitter que encendió aún más las iras: «Grupos de la izquierda dura están ocupando la carretera del puerto de Dover. Están haciendo daño a nuestra economía y a nuestra ciudad. ¡Que se vayan!».
En el otro bando, la fuerte presencia de anarquistas (visibles también en las manifestaciones de Calais, al otro lado del Canal de la Mancha) obligó a emplearse a fondo a la policía. Al final el número de uniformes y chalecos reflectantes amarillos superó incluso al poco más de un centenar de manifestantes de uno y otro signo, que usaron el referéndum de la UE del 23 de junio como arma arrojadiza.
Los manifestantes antiinmigración, pertrechados con banderas inglesas, llegaron a quemar una bandera de la UE a los gritos de «Out, out, out!» (¡Fuera, fuera, fuera!). Otro exhibió una pancarta condenando la llegada al Reino Unido de Rapefugees (Refugiados violadores). Hubo también sonoros gritos contra Cameron por su supuesto respaldo a Turquía como miembro de la UE: «¿Quién quiere una Europa Islámica? ¡Vota no!».
«Estamos pagando un precio muy alto aquí en Dover y eso no es aceptable», dijo el diputado Charlie Elphicke, en su intento de evitar una nueva batalla callejera. Elphicke condenó las manifestaciones de violencia en los dos bandos, pero recordó la presión que la inmigración está creando.
Como telón de fondo, la preocupación por el aumento de inmigrantes ilegales que consiguen llegar a las costas británicas en los contenedores de carga del puerto de Dover o en la salida del Eurotúnel en la vecina Folkestone. La policía del condado de Kent detuvo en 2015 a más de 700 sin papeles, frente a los 148 del año anterior. Los servicios sociales se hicieron cargo entre tanto de 605 menores que habían llegado ilegalmente a suelo británico, el triple que un año antes. Los enfrentamientos por cuenta de los refugiados arrancaron en agosto en Folkestone, cuando un grupo de militantes de la Liga de Defensa Inglesa y del grupo ultraderechista Britain First de que intentaron sabotear una manifestación a favor de los inmigrantes de Calais.
La inmigración es el tema que más preocupa a los británicos y se ha convertido en el caballo de batalla entre los partidarios de la permanencia y de la salida en la UE. El primer ministro David Cameron ha advertido de que una de las primeras consecuencias de la salida de la UE podría ser la ruptura por parte de Francia del acuerdo que permite instalar la aduana británica en Calais, que ha servido de rompeolas de los inmigrantes que atraviesan Europa con destino a Reino Unido.
PROTESTAS ANTIINMIGRACIÓN TURCAS
Planes para instalar un centro. Numerosos vecinos de Dikili, una pequeña ciudad turca situada en la costa del mar Egeo, protestaron ayer contra los planes del Gobierno de instalar allí un centro para acoger temporalmente a los refugiados que la Unión Europea deportará a Grecia a partir de mañana .
Ferry a la isla de Lesbos. Dikili, un municipio costero de 40.000 habitantes, dispone de un servicio regular de ferry con Lesbos, situada a 20 kilómetros.
Quedarse de forma indefinida. Trabajadores de los invernaderos y del sector de turismo insistieron durante la manifestación en que su ciudad «no está preparada» para una llegada masiva de refugiados que, temen, se quedarán a vivir de forma indefinida en la zona.
(Puede haber caducado)