Grecia inicia las deportaciones a Turquía
Atenas aplica desde hoy el acuerdo entre Bruselas y Ankara para devolver a miles de personas acogidas en su territorio
Diario Sur, , 04-04-2016Lesbos es el punto desde el que Grecia tiene previsto iniciar hoy las primeras expulsiones de refugiados que se encuentran en sus campamentos, en virtud del acuerdo firmado entre la Unión Europea y Turquía. Aunque en este momento la isla tiene acogidas a 3.300 personas, las deportaciones afectarán en esta primera operación a un máximo de 750, entre hoy y el miércoles, según avanzó la agencia de prensa estatal griega ANA y confirmó el ministro turco de Interior, Efkan Ala.
Agentes de Frontex, la agencia europea de fronteras exteriores, llegaron ayer a la isla de Lesbos. Según ANA, los emigrantes y refugiados serán enviados al puerto turco de Dikili, para lo cual Frontex ha fletado dos barcos. «Hasta ahora Grecia nos ha dado 400 nombres», declaró ayer Efkan Ala a la CNNTürk. La emisora detalló que en Dikili, los deportados serán registrados y se les tomarán las huellas dactilares antes de ser enviados a campos de acogida temporales en Anatolia, en el interior del país. Por su parte, la Media Luna Roja quiere abrir un campo para 5.000 personas en Manisa, en la región turca del Egeo.
Aunque los sirios se quedarán en los campamentos, según el acuerdo firmado con la UE, ciudadanos de otros países «no serán tratados de la misma forma», aclaró el ministro de Interior. Ala anunció que los emigrantes de Pakistán, Afganistán e Irak serán devueltos a sus países. «Y dentro del marco del acuerdo, enviaremos determinados refugiados hacia la Unión Europea».
El pacto entre Bruselas y Ankara prevé que todos los emigrantes llegados a Grecia después del 20 de marzo puedan ser devueltos a Turquía, aunque esta nueva normativa contempla la obligación de que se examine caso por caso la situación de las personas que vayan a ser deportadas. También prevé que, por cada sirio expulsado hacia Turquía, la UE acepte a uno de los 2,7 millones de refugiados de esa nacionalidad que se encuentran en territorio turco, con un tope de 72.000 personas.
La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y otras organizaciones no gubernamentales y entidades como Médicos Sin Fronteras no participarán en el proceso por considerarlo injusto e ilegal. Amnistía Internacional denunció en un informe el pasado viernes que Turquía ha obligado a miles de refugiados a regresar a Siria en los últimos meses y acusó a la Unión Europea de «ignorar a propósito prácticas ilegales» como ésta. El director para Europa y Asia Central de la organización, John Daljuisen, apuntó que «los líderes de la UE han ignorado a propósito el más simple de los hechos, que Turquía no es un país seguro para los refugiados sirios».
El Gobierno turco negó la acusación de AI y denunció a su vez que «este tipo de noticias sea compartido con el público de una forma tan intensa». En un comunicado del Ministerio de Exteriores, aseguró que Turquía no ha cambiado la política de puertas abiertas hacia los refugiados que aplica desde hace años. La Comisión Europea dijo ayer que no tenía confirmación real de los hechos expuestos por AI y adelantó que se están realizando las verificaciones necesarias. La portavoz comunitaria Mina Andreeva anunció que el comisario europeo de Migración e Interior, Dimitris Avramópulos, viajará hoy a Ankara para abordar la aplicación del acuerdo y tratar estas cuestiones.
Oleada de demandas de asilo
En cualquier caso, las miles de personas que se encuentran acogidas temporalmente en Grecia rechazan su traslado al país vecino, del que han llegado a territorio europeo en condiciones muy duras y bajo la presión de traficantes a los que han tenido que pagar fuertes sumas para un viaje en muchos casos peligroso. Fuentes policiales en Lesbos explicaron ayer a la agencia France Presse que se había producido una oleada de demandas de asilo de última hora de emigrantes y refugiados que quieren evitar la expulsión. Muchos de ellos se quejaban de no tener tiempo ni acceso suficientes para completar el procedimiento de petición de asilo.
El Gobierno griego reconoció ayer que se prepara para posibles brotes de violencia por parte de los refugiados cuando empiecen las deportaciones. «No descartamos violencia, la gente desesperada tiende a ser violenta», dijo el portavoz del centro de gestión de refugiados, Yorgos Kyritsis.
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