Save the Children, preocupada por las deportaciones ilegales de refugiados
Canarias 7, , 28-03-2016El director general de Save the Children España, Andrés Conde, ha expresado su preocupación por la denegación de las solicitudes de asilo de los refugiados que pueden estar llegando a las islas griegas, algo que se decide en los centros de detención y es el camino a “expulsiones ilegales”.
Conde hace estas declaraciones a Efe una semana después de la entrada en vigor del acuerdo alcanzado entre la Unión Europea y Turquía para devolver a ese país a los inmigrantes irregulares que alcancen las costas de Grecia.
“Estamos en un estado de máxima alarma ante lo que estamos viendo. Es algo insólito e inconcebible. Tenemos una altísima preocupación por la denegación de las solicitudes de asilo de los refugiados que pueden estar llegando a las islas griegas. Esa admisibilidad que va a ser juzgada en los centros de detención es el camino a expulsiones ilegales”, subraya.
Asimismo, muestra su inquietud por la falta de capacidad de gestión de las autoridades griegas y agrega que “es imposible que el Gobierno griego pueda gestionar el planteamiento que se ha puesto sobre la mesa, sin la urgente aportación de recursos por parte de otros países para evitar que la situación se vuelva caótica”.
También expresa su “decepción” ante la realidad de que la prioridad para la Unión Europea no sea salvar vidas que huyen de la guerra, sino el control de sus fronteras.
En las islas griegas de Lesbos, Samos, Quíos y Leros, en los últimos días, ha habido una bajada drástica del número de llegadas de inmigrantes y refugiados, pero no por la puesta en marcha del acuerdo entre la Unión Europea y Turquía, sino por las condiciones atmosféricas adversas.
“Ha habido un temporal importante en el mar Egeo. Ha sido un mal momento para embarcarse en la travesía, lo que ha hecho que hayan llegado pocas personas, las cifras más bajas desde hace un año”, precisa.
Con el acuerdo migratorio, explica Conde, los centros de acogida y estancia temporal, como el de Moria en la isla griega de Lesbos, se han convertido en centros de detención, “cerrados”, de los que los refugiados no pueden salir voluntariamente.
El director general de Save the Children España resalta que esto es “gravísimo” porque coloca a los niños y a las familias que llegan a Grecia en “una situación de detención ilegal e injustificada porque son refugiados”, algo que contraviene el derecho internacional.
Al igual que otras organizaciones humanitarias, Save the Children ha suspendido una parte de los servicios básicos que estaba proporcionando en lo que ahora son centros de detención y antes eran lugares de acogida y de estancia temporal de refugiados.
En la actualidad, Save the Children solo mantiene en los centros de detención actividades de protección infantil, por la vulnerabilidad de los menores, para velar por su salud psicológica y prevenir los casos de violencia y explotación.
Conde también expresa su preocupación por la situación del campo de refugiados de Idomeni, situado en la frontera entre Grecia y Macedonia, donde hay entre 10.000 y 13.000 personas “hacinadas” en un espacio “improvisado”, tras el cierre de la frontera macedonia, y que, después de dos semanas “lloviendo sin parar”, es “un auténtico barrizal”.
Reconoce que “la tensión acumulada es muy grande” en el campo de refugiados de Idomeni, donde “de vez en cuando surgen rumores que hablan de que la frontera se va a abrir y los refugiados los acogen con nerviosismo, pensando que va a ser algo puntual que no va a afectar a todos”.
“Nos preocupan las condiciones inaceptables de hacinamiento en las que están viviendo. Los episodios de desesperación están aumentando a medida que los refugiados se dan cuenta de que su situación no va a cambiar”, recalca.
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