La esperanza se desvanece

Un Rumor sobre la apertura de la frontera con Macedonia corre como la pólvora entre los refugiados y crea tensión en Idomeni

Diario de noticias de Gipuzkoa, , 28-03-2016

Atenas – El campamento de Idomeni vivió ayer nuevamente horas de tensión a causa de un rumor sobre la inminente apertura de la frontera griega con la Antigua República Yugoslava de Macedonia, lo que hizo que centenares de inmigrantes y refugiados se agolparan ante el puesto limítrofe en espera de poder cruzar. “Hemos oído que hoy van a abrir la frontera y hemos venido a cruzarla. Nos dijeron que con nosotros estarían la Cruz Roja y 500 periodistas de todo el mundo”, dijo a la agencia de noticias griega AMPE un joven sirio que llegó en la madrugada a Idomeni desde Yiannitsa, un centro de acogida cercano. La policía tardó horas en calmar la situación, afirmando a través de megáfonos en árabe y farsi que la frontera no abriría y que quien intentase cruzarla ponía en riesgo su vida.

Además cortó las carreteras de acceso al campamento, lo que retrasó la llegada del convoy humanitario con alimentos y productos de primera necesidad traído desde Italia por la campaña solidaria #overthefortress.

Nadie sabe de dónde salió el rumor y muchas han sido las especulaciones que se han propagado en las redes sociales. Unos hablaban de la posibilidad de que habían sido activistas o voluntarios los que propagaron esta falsa información para forzar así a Europa a tomar cartas en el asunto; otros decían que el origen estaba en unas declaraciones del primer ministro del estado federado alemán de Turingia, Bodo Ramelow, quien en una entrevista señaló que su Land estaba en condiciones de acoger a 2.000 refugiados. “Todos los días tenemos nuevos rumores, estamos en un entorno donde es fácil que se propaguen porque no hay información real”, explicó el portavoz de Médicos Sin Fronteras en el campamento, Jonas Hagensen.

Según Hagensen, el grave problema de este campamento es precisamente la falta de “información válida”.

El Gobierno distribuye desde hace varias semanas folletos en árabe, farsi y pashtún en los que recalca que las fronteras no volverán a abrir y pide a los refugiados que cooperen con las autoridades, pero poco más.

Desde el viernes, el Gobierno ha lanzado además en colaboración con ACNUR una campaña para animar a los más de 11.000 refugiados que malviven en este campamento a subirse a los autocares y permitir que se les traslade a centros de acogida habilitados en las cercanías.

Mediante altavoces, la policía y miembros del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) informan en varios idiomas a los congregados y les explican a dónde se les quiere llevar.

De la veintena de autocares enviados el viernes, hasta el sábado por la noche habían salido once, transportando a unas 700 personas en total. Según indicó Hagensen, ayer solo quedaban unos pocos.

Sin embargo, movilizaciones como la de ayer ponen en peligro este tipo de campañas, pues hacen tambalearse a los que están indecisos y tienen un efecto llamada sobre muchos de los que están en centros de acogida o campamentos improvisados de los alrededores. A falta de una buena información oficial, muchas personas se acercan a ONG como Médicos Sin Fronteras para obtener algún tipo de consejo, tanto sobre la apertura de fronteras como sobre la situación de los otros centros de acogida. “Quieren saber si es mejor irse o quedarse. Si van a abrir las fronteras o si se les va a devolver a Turquía, pero nosotros no les podemos aconsejar, solo intentamos mejorar su situación en este campamento y decirles que si quieren también pueden ir a uno de los centros de acogida que ofrece el Gobierno. No somos una autoridad oficial”, explicó Hagensen. – Efe

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