Sobresalto ultra en el duelo de Bruselas

La Policía expulsa con cañones de agua a un grupo de 'hooligans' que irrumpió en la concentración pacífica de solidaridad con las víctimas

Diario Sur, E. BAO AGUIRRE , 28-03-2016

Cuando está a punto de cumplirse una semana de los atentados suicidas en el aeropuerto de Zaventem y una estación de metro de Bruselas, a los ciudadanos de la capital belga no les está resultado fácil canalizar las expresiones de duelo y solidaridad por los 28 fallecidos y más de doscientos heridos en los ataques del Estado Islámico. Pocas horas después de los crímenes, el dolor y la indignación salpicaron la ciudad de flores, velas y mensajes de condena y cariño, pero los intentos de asociaciones y colectivos por organizar un acto masivo tropiezan con la disuasión de un Gobierno que no sólo no lidera a la población en este capítulo sino que se confiesa desbordado por la investigación para desmantelar la red yihadista que antes golpeó en París el 13 – N. Para terminar de desconcertar a los bruselenses, hordas de ultraderecha irrumpieron ayer en la plaza de la Bolsa.

Este céntrico espacio de la capital concita desde hace días expresiones de recuerdo a las víctimas de los atentados. El Viernes Santo fueron numerosos los ciudadanos que se reunieron en las escalinatas de la plaza en torno a una alfombra de ramos de flores y peluches. Para el domingo se había anunciado una gran concentración, ‘La marcha contra el miedo’, que el Ejecutivo de Charles Michel aconsejó suspender para no dividir los esfuerzos de unos efectivos policiales absorbidos por la persecución de los sospechosos de participar en las explosiones en el aeropuerto y el metro.

La organización se plegó a los requerimientos del ministro de Interior, Jan Jambon, y el alcalde de Bruselas, Yvan Mayeur, que recomendaron posponer el acto nada menos que «unas semanas» por motivos de seguridad. El Gobierno defiende la necesidad de concentrar a la Policía en el seguimiento de la red islamista y, a la vez, admite que no da más de sí, que no está seguro de poder garantizar la tranquilidad de las manifestaciones de duelo.

Con todo, cientos de ciudadanos, vecinos de la capital pero también llegados de otras ciudades del país e incluso de la vecina Francia, desoyeron los consejos de sus gobernantes y acudieron desde primera hora a la plaza de la Bolsa. En la concentración destacaba una numerosa presencia de musulmanes. La Policía vigilaba el homenaje y un helicóptero sobrevolaba el centro de la ciudad. «Los terroristas no tienen humanidad y ninguna religión», rezaba la pancarta que exhibía el imán Essan Secundar, a cargo de varias mezquitas ahmadíes en Bélgica.

«Estamos en nuestra casa»

De repente, primero como un rumor lejano y pronto como una marea amenazadora, un grupo de unos 400 ultras, vestidos de negro y la mayoría con la cabeza rapada, irrumpió en la plaza al grito de «Estamos en nuestra casa». La tensión y el susto en los rostros de los participantes en la protesta pacífica era evidente, al verse rodeados de una turba que encendía bengalas, extendía en el saludo nazi el brazo que no tenía ocupado con una cerveza y hostigaba a mujeres musulmanas y también a informadores como Marta Sasot, de Antena 3 Televisión.

«Cómplices terroristas», gritaron a los manifestantes pacíficos. «Estado, cómplice de Daesh», aseguraron después de que las fuerzas de seguridad los rodearan y expulsaran de la plaza de la Bolsa hacia una calle cercana, donde los dispersaron con cañones de agua. «Somos hinchas de fútbol, no tenemos nada que ver con la política», declaró a France Presse uno de los ‘hooligans’, identificado como Andrés y seguidor del FC Brujas. Al menos diez de los radicales fueron detenidos. Algunos sectores de la alfombra de flores y velas mostraban las heridas de sus botas.

El primer ministro condenó la incursión y el alcalde llamó «sinvergüenzas» a los cabezas rapadas. Por supuesto, el homenaje a las víctimas previsto para esta mañana en el simbólico Atomium fue suspendido por los organizadores después del sobresalto de ayer. «Es triste y lamentable que algunos priven al conjunto de los belgas de un momento así», declaró a Efe Emmanuel Foulon, del colectivo ‘Reza por Bélgica’. «Hay que mostrarse, no hay que esconderse», piensa Mohamed Said Si Ahmed Hadi, belga de origen argelino. Para el impresor Yves Susanne, «hay que mostrar a nuestros hijos que no tenemos miedo… incluso si lo tenemos».

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