En junio, la mezquita de Zumaia situada en el barrio San José, cumplirá dos años desde su apertura. En un principio la idea de la comunidad islámica La Paz era abrir su centro en el local del antiguo Eroski de la calle Aita Mari, por lo que en un sus inicios no quisieron realizar ninguna obra en la mezquita. «No conseguimos una respuesta por parte del propietario, por lo que finalmente decidimos quedarnos aquí y hacer una pequeña obra para adecuar el local», explica Aziz Messaoudi, presidente de la comunidad La Paz de Zumaia.

Una vez finalizados los trabajos de remodelación, la comunidad islámica abrió el pasado domingo por primera vez al público «para construir lazos entre los que acuden a la mezquita y los vecinos».

Una iniciativa que cobra una mayor importancia para poder desterrar esos «recelos» causados por los últimos atentados yihadistas.

Los asistentes a la jornada de puertas abiertas fueron recibidos por los miembros del centro cultural islámico e invitados a tomar té y pastas árabes. Después, escucharon atentamente el discurso ofrecido por Aziz Messaoudi, que además de pertenecer a la comunidad de Zumaia, es también el presidente de la Federación Islámica del País Vasco y delegado de la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas (FEERI).

«Además de abriros nuestras puertas también queremos abriros nuestros corazones, enseñaros nuestra forma de trabajo y ayudar a eliminar los prejuicios que puedan existir en torno a nuestra religión y costumbres, así como romper los estereotipos o ideas falsas sobre el islam», señaló Messaoudi.

Religión y costumbres

Así, los asistentes pudieron conocer de primera mano como está formada la mezquita y resolver sus dudas en torno a la religión y sus costumbres, como los cinco rezos diarios o el Ramadán, por ejemplo.

De este modo, Mustafa Nacire, Imán de la comunidad de Zumaia, realizó una simulación de uno de los cinco rezos. El Imán es quien tiene la labor más importante en la mezquita, que es enseñar el verdadero islam y guiar en sus discursos y oraciones a los más de 60 musulmanes que acuden a estos rezos diarios. «El Imán debe dar un discurso moderado. Estos discursos se realizan en árabe pero aquí nos juntamos gente de diferentes países, senegaleses, argelinos, marroquíes,… por eso, a veces se realiza también en castellano. Sin embargo, nuestros hijos saben mejor el euskera que el castellano. Así que, ¿quién sabe? Quizá en un futuro las demos también en euskera».

En el centro existe una zona especial para las mujeres , donde se juntan para aprender el islam y tratar asuntos personales. Mientras que a los más pequeños reciben clases de árabe y religión los fines de semana en el cine Aita Mari. «En la mezquita no tenemos un espacio amplio para ello y no queremos molestar a los vecinos, por lo cual hemos pedido al ayuntamiento ese espacio».

El presidente de la comunidad islámica de Zumaia, aprovechó el encuentro para trasmitir un mensaje de seguridad ante los últimos ataques terroristas. «No todos somos iguales, esas personas utilizan el nombre de ‘Alá el grande’ en sus actos y esas palabras son muy grandes. Esa gente no nos representa», dijo.

Según expresó Aziz Messaoudi, para ellos, «la humanidad está antes que la religión». Ésta regula la vida de los seres humanos y no debe ser la razón de un conflicto. «Para nosotros, si alguien mata a una persona, sería como si matase a toda la humanidad. Y si alguien salva una vida, sería como si hubiera salvado a toda la humanidad».

Por último, aprovechó para agradecer a los vecinos la acogida de la mezquita, «son gente muy acogedora y nunca hemos tenido dificultades ni conflictos. Nos hemos adaptado bien, nos gusta el pueblo y pertenecemos a esta sociedad».

Para los miembros de la comunidad La Paz, la jornada de puertas abiertas tuvo un resultado muy positivo. «Ha salido mejor de lo esperado, dimos la charla con dos grupos diferentes y a pesar del buen tiempo que hizo se acercó mucha gente. Repetiremos la experiencia pero la siguiente vez lo plantearemos de otra forma, quizá en Ramadán y romper el ayuno con los vecinos», explicó.