La polémica suscitada por el reparto desigual de inmigrantes entre la escuela pública y los centros concertados ha dejado en una posición comprometida a las ikastolas. La distribución de los alumnos de origen extranjero es del 74% en los centros públicos y del 26% en los privados – subvencionados. Pero dentro de la red concertada, es Kristau Eskola, los religiosos, los que asumen la mayoría de este colectivo, casi siete de cada diez. En el debate surgido ante esta situación de concentración de extranjeros en pocos centros y de titularidad pública se señalaba al grupo Ikastolen Elkartea como el menos solidario – incluso se les acusaba de poner trabas a su admisión – por acoger apenas a un 4% de los inmigrantes que estudian en las aulas vascas.

Ayer, los responsables de las ikastolas quisieron aclarar su postura. «Nunca hemos cerrado la puerta a ningún alumno de origen extranjero. Las ikastolas reiteramos nuestro compromiso en la escolarización inclusiva y equilibrada de los inmigrantes, la consideramos una apuesta general en la que todos los agentes educativos tenemos que estar comprometidos y debemos asumir nuestras responsabilidades», señalaron sus portavoces.

«Más recursos»

Estos centros de enseñanza íntegra en euskera salieron al paso de las peticiones que las asociaciones de padres de alumnos de la escuela pública vasca, Ehige, han trasladado al Departamento de Educación para conseguir un reparto más equilibrado de extranjeros. La red pública reclamaba, entre otras acciones, la reducción de los recursos destinados a los colegios que acojan a pocos extranjeros o niños con necesidades especiales. También solicitaban crear una oficina única de matriculación en cada territorio y la inclusión de familias y sindicatos en las comisiones de escolarización, encargadas de asignar colegio a los niños extranjeros que llegan a Euskadi con el curso empezado. «Mientras que a los centros de Kristau Eskola sí asisten alumnos inmigrantes, aunque mucho menos que en la pública, en las ikastolas privadas apenas los hay», destacaban los portavoces de Ehige.

Las ikastolas argumentan que «no se pueden plantear nuevas medidas» para mejorar ese equilibrio entre redes, «sin tener en cuenta a la mitad del sector educativo vasco». Cerca del 50% de los alumnos de la comunidad acuden a escuelas e institutos públicos y la otra mitad a colegios religiosos, cooperativas laicas e ikastolas. Rechazan también la propuesta de una «oficina única de matriculación territorial» porque la consideran «incompatible a todas luces con la libertad de elección de centro».

Ikastolen Elkartea propone que todos los colegios «deberían escolarizar al alumnado con cualquier necesidad especial en base a la proporción de su tasa de matriculación en cada circunscripción». Apoyan la creación de «unos criterios comunes», pero advierten de que para aplicar esas líneas que rijan el reparto de la inmigración hace falta «más recursos» para la red concertada. «Es necesario garantizar la gratuidad de todos los centros, mediante la aportación de los recursos necesarios, a fin de que las condiciones económicas de origen no impidan el acceso de ningún alumno a cualquier colegio», concluyen.