Esta frase de trágico recuerdo fue creada por la Alemania nazi para asesinar a millones de judíos, comunistas, homosexuales y a todo aquel que les estorbara.

Utilizo ahora esta desgraciada frase para referirme a la actitud de algunos gobiernos de la Unión Europea (UE) para deshacerse de los exiliados (sin asesinarlos… bastantes mueren en el intento de escapar del terror de sus países, niños, mujeres embarazadas, ancianos, jóvenes… y son muchos miles), y enviarlos en masa a Turquía, nación que los acepta previo pago de 6.000 millones de euros, además de otras cuestiones políticas, como la supresión del visado para viajar los turcos a la UE y la aceleración de los trámites para entrar en la UE.

¿Quién garantiza la seguridad de los kurdos irakies o sirios cuando los turcos han bombardeado e incluso gaseado, indiscriminadamente, poblados enteros del Kurdistán turco?

Y hay que recordar que solo hablamos o se publica de aquellos exiliados que son visibles, porque vienen a Europa, pero de los millones de personas que huyen de sus casas y países en guerra, pero que no vienen a Europa, no se les menciona, no son noticia de prensa o televisión.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos dice en algunos de sus artículos lo siguiente:

- Todos tenemos derecho a la vida y a la libertad.

- Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso o desterrado.

- Nadie será sometido a torturas.

- Todos tenemos derecho a transitar libremente.

- Todos tenemos derecho a solicitar asilo.

- Todo pueblo tiene derecho a crear y disfrutar su propia cultura.

- Todos tenemos derecho a un justo orden social e internacional.

- Nadie podrá suprimir ninguno de estos derechos.

¿Será verdad que se van a cumplir o será papel mojado?