La cumbre de Bruselas no aclara el futuro de los asilados de Idomeni
Los 12.000 migrantes de la frontera griega rechazan el acuerdo y aseguran que “no se moverán” de allí
Diario de Noticias, , 19-03-2016Idomeni – Los refugiados del campo de Idomeni, en la frontera de Grecia con la Antigua República Yugoslava de Macedonia (ARYM), mantienen la incertidumbre sobre su futuro tras el acuerdo de la cumbre de Bruselas entre UE y Turquía.
Las llegadas de migrantes a Grecia no han cesado en los últimos días y el número de refugiados en el país ha aumentado a 46.200 con el desembarco ayer de más de 670 en las islas del este del mar Egeo, donde ya hay 7.200 migrantes esperando ser trasladados al continente.
La cumbre de Bruselas no ha decidido sin embargo qué pasará con las personas que se agolpan todavía en Idomeni, en muchos casos familias en precarias tiendas de campaña. Los refugiados de este campo siguen pidiendo a la UE que se abran las fronteras para continuar su camino hacia el norte del continente.
Además, prometieron que “no se moverán” del puesto de control fronterizo, enfrentándose al acuerdo suscrito ayer entre la Unión Europea y Turquía para deportar a todos los inmigrantes irregulares.
“No entiendo por qué la UE está cerrando las fronteras”, lamentó Bahjat Saris, un sirio de 21 años natural de Damasco. “No queremos que nadie decida a qué país iremos, qué haremos y cómo nos moveremos”, añadió.
de la decepción al enfado Los 12.000 refugiados que se hacinan en el enlodado campo de Idomeni, cansados de las restricciones impuestas por los líderes europeos, pasaron de la decepción al enfado y ahora están dispuestos a desafiar cualquier decisión de Bruselas. El jueves por la noche, un pequeño grupo de personas se concentraba frente a las vías del tren para manifestarse a favor de la apertura de la frontera con Macedonia.
“No les importamos”, dijo Gienat Al Halil, una viuda siria de la ciudad de Aleppo, que espera poder reunirse con sus dos niños, de 14 y 20 años, en Alemania. “No tengo nada que perder y me quedaré aquí sin importar el tiempo que pase”, advirtió.
Por su parte, el ministro del Interior griego, Panayotis Kurumplís, visitó ayer el campo de refugiados de Idomeni, donde criticó las condiciones en las que viven los migrantes. Kurumplís aseveró que este campo de refugiados es el resultado directo “de las fronteras cerradas”, y explicó que cuando se recibe “como se ha hecho, a puñetazos” a los refugiados, se puede entonces comparar Idomeni “con el campo de concentración nazi de Dachau”.
El titular de Interior aseguró que el Ejecutivo heleno cree en una Europa de fronteras abiertas. Además, Kurumplís prometió ampliar la cobertura sanitaria y la vacunación de los refugiados en Idomeni. – Efe/E.P.
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