Han pasado 79 años, pero la guerra y el exilio tienen por desgracia más actualidad que nunca en Durango. Coincidiendo con la conmemoración del bombardeo, la villa tiende su mano a los refugiados de Siria. «Hemos sido refugiados durante muchos años y deberíamos ser sensibles a este problema», señaló Jon Irazabal, miembro de Gerediaga durante la presentación de los actos del ataque aéreo del 31 de marzo de 1937. Y es que apenas unos meses antes de que 80 bombas lanzadas por la Aviación Legionaria italiana enmudecerían de golpe la vida en Durango se registraban en la villa 2.900 exiliados – en su mayoría de Gipuzkoa – . Una situación que se repetía en gran parte de los municipios de la comarca. Según las investigaciones llevadas a cabo por Gerediaga, en diciembre de 1936 había registrados 7.900 refugiados en el Duranguesado.

La situación de Durango, con 9.502 habitantes y 2.900 refugiados no era tan ajustada como sucedía en otros pueblos. En Berriz, con 2.256 habitantes, en ese mismo mes de diciembre se contabilizaban 1.692 exiliados, y en Elorrio, que rondaba los 3.700 vecinos acogió a 2.131. «Era una problemática diferente a la actual porque eran hermanos que compartían una misma lengua, tierra y costumbres, pero lo que sí está claro es que eran mucho más humanitarios de lo que se es ahora», reconoció.

Para hablar del drama del éxodo de ayer y el de hoy, se llevará a cabo una mesa redonda el 1 de abril a las siete en el museo Kurutzesantu. En ella estarán la presidenta de Gerediaga, Nerea Mujika, que hablará de la historia de Durango; el periodista Hodei Arrausi, que profundizará como testigo directo en las primeras oleadas migratorias de sirios en Grecia; el jesuita y miembro de Alboan Mateo Agirre, que ha pasado 40 años en África, e Itxaso Egia, de la Comisión para Ayuda al Refugiado (CEAR – Euskadi), premio Sabino Arana 2015.

Corto y visitas guiadas

Sin embargo, este no será el primer acto del programa organizado por Gerediaga y el Ayuntamiento de Durango. Cuatro días de actividades que, según la alcaldesa, Aitziber Irigoras, buscan «mantener viva» la memoria de un «terrible crimen» en el que perdieron la vida más de 300 personas y destruiría el 80% de los edificios del casco viejo. Los actos de conmemoración del bombardeo arrancan el día 30 con la instalación participativa en recuerdo de las víctimas en el pórtico de Santa María. Al día siguiente, la jornada arrancará con el toque de alarma del primer ataque aéreo. Al mediodía se llevará a cabo el acto institucional en el cementerio, y a las ocho de la tarde el que organiza Gerediaga Elkartea y Kriskitin. «Este año la versión de la canción del bombardeo correrá a cargo del grupo Yoko Out de Durango», explicó Irazabal.

Este año como novedad Gerediaga ha elaborado el cortometraje ‘Siguiendo la huellas del bombardeo de Durango’, con imágenes de archivo del 31 de marzo de 1937 y de la actualidad en euskera – con subtítulos en castellano – e inglés. Se trata de un resumen explicativo de aquel día que se proyectará en el cine Zugaza y Arriola, antes de la emisión de la película semanal, tanto en Semana Santa como el primer fin de semana de abril. La casa de cultura de Berriz lo proyectará el 8 de abril. También se difundirá el video en las redes sociales y en la misma página web que dispone la asociación Gerediaga.

El corto se basa en la visita guiada que se desarrollará sobre los lugares que fueron objeto de bombardeo los días 2 y 3 de abril en castellano y euskera, respectivamente. La actividad tiene plazas limitadas por lo que se requiere de inscripción previa en gerediaga@gerediaga.com o en el teléfono 946818066.